Una buena experiencia al besar facilita la relación sentimental; en cambio, una poco satisfactoria puede llevarla a su fin. Además, el beso romántico permite que dos personas que llevan mucho tiempo juntas se reencanten.
No solo el amor se expresa cuando dos personas unen sus labios. Un beso desencadena una serie de reacciones químicas que invaden nuestro cuerpo y que, según lo demuestran los últimos estudios, involucran tanto al deseo como al amor profundo.
La investigadora de la Universidad de Texas, Sheril Kirshenbaum, estuvo durante dos años entrevistando a psicólogos, antropólogos, endocrinólogos, expertos en neurociencia e historiadores, entre otros especialistas, para documentar con detalle los últimos conocimientos sobre el acto de besar.
En su libro, recientemente publicado en Estados Unidos, The science of kissing: what our lips are telling us ( La ciencia de besar: qué nos están diciendo nuestros labios ), la experta explica cómo varios sentidos juegan un rol esencial al dar un beso.
“Los besos románticos sirven como una prueba de fuego en la naturaleza. Ellos nos dicen mucho más sobre la otra persona que las palabras o las señales visuales, y es porque con el beso se logra una proximidad que permite participar a todos nuestros sentidos. Usamos el olfato, el gusto y el tacto, para saber si la otra persona se adapta bien a nosotros”, dijo la autora en una entrevista con El Mercurio .
Según una investigación del biólogo Claus Wedekind, rescatada por Kirshenbaum, las mujeres suelen sentirse más atraídas por el olor de los hombres que tienen un conjunto genético diferente al suyo. Según apuesta el experto, esta selección natural llevaría a que sus hijos tengan un mejor sistema inmunológico.
La evaluación se da a un nivel subconsciente; sin embargo, el primer beso es el examen más importante.
Cuando se trata de un beso con una pareja compatible, la persona también lo experimenta físicamente: “Las mejillas se sonrojan, se acelera el pulso, la respiración puede volverse irregular y se dilatan las pupilas, lo que puede explicar por qué tantas personas cierran los ojos”, dice Kirshenbaum.
“Besar también hace que se produzca oxitocina, la hormona del amor, que trabaja para mantener una conexión especial entre dos personas. Por lo tanto, los besos pueden ayudar a mantener el amor en una relación de largo plazo”, concluye Kirshenbaum.