La Corte, con sede en La Haya –Holanda–, tiene competencia para juzgar crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidios. No reemplaza a los tribunales de los países que aceptan su jurisdicción y actuará solo cuando esos no sean capaces o rehúyan investigar delitos graves.
“Felicitamos a doña Elizabeth Odio Benito por este triunfo personal, que los costarricenses celebramos, pues estamos convencidos de que entregará sus aportes al nuevo Tribunal en la lucha por hacer avanzar los derechos humanos en el mundo”, expresó el canciller Roberto Tovar en el documento.
No obstante, la candidatura de la jurista costarricense fue presentada por la República de Panamá a comienzos de noviembre de 2002 luego que el presidente Abel Pacheco descartara la posibilidad de que el país la propusiera porque en su opinión la exvicepresidenta no tuvo éxito como participante en el proyecto de modernización del Estado y tampoco destacó como ministra de Ambiente y Energía. Ambos cargos los ejerció en el lapso 1998-2002.
La candidatura a jueza de la Corte Penal Internacional solo puede ser presentada por un Estado, en este caso el panameño, que sí impulsó su nombre luego de valorar su amplia trayectoria en materia judicial, de derechos humanos y defensa de la mujer, requisitos básicos para aspirar al puesto.
Elizabeth Odio fungió como jueza del Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia, que ha estado juzgando crímenes y graves violaciones durante la guerra de los Balcanes, en los años 90.