La calidad del aire que se respira en San José varía según el cantón de que se trate, y la cantidad de líquenes sanos en cada área pueden dar constancia de ello.
Así, por ejemplo, los líquenes abundantes y verdes en los árboles de Coronado indican que la atmósfera allí es mucho más limpia que en los barrios de Santa Ana y Escazú, donde está más contaminada; por eso, estos organismos son escasos en los árboles y tienen un color blancuzco.
Dicho en cifras, mientras que en los árboles de Coronado hay un 50% de cobertura de líquenes, en Escazú y Santa Ana la cobertura de estos es inferior al 20%.
Ese es el resultado de una investigación desarrollada por el ecólogo Julián Monge, la estadística María González y el ingeniero Erich Neurohr, y publicada en la
El reporte detalla que, en general, la contaminación atmosférica josefina resulta menor en los sectores por donde ingresan los vientos a la capital; es decir, la zona noreste (donde está el cantón de Vázquez de Coronado), mientras que hay mayor contaminación por el sector suroeste de la capital, donde los vientos salen de San José (Escazú y Santa Ana).
“Ese patrón se repite tanto en la estación seca como en la lluviosa”, recalca la investigación, que sugiere que la circulación de vehículos figura como la principal responsable de la polución.
Este dato coincide con el hecho de que durante la última década la flota vehicular creció un 13,3%, según el Inventario de Emisiones Contaminantes de la Universidad Nacional.
Estos son considerados como indicadores de la salud de un ambiente porque poseen una alta sensibilidad a los altos niveles de dióxido de azufre (SO2), gas corrosivo que se produce por la quema de combustibles como el carbón y el petróleo.
“Tienen la capacidad de acumular sustancias del aire, y su color se ve afectado de manera muy clara por la contaminación: si tienen un verde brillante, el aire está sano, mientras que, si lucen un tono grisáceo, el aire está contaminado”, dijo el experto Monge.
Para realizar estos estudios, se mide el porcentaje de líquenes sanos en árboles ubicados en zonas urbanas y, a partir de ese dato, se analiza la calidad del aire.
Según esta metodología, un ambiente considerado “sano” tiene al menos un 50% de líquenes con buena salud en sus árboles, como Coronado, pero hay que empezar a preocuparse cuando la cobertura no llega ni al 20%.
Para hacer el estudio se seleccionó una muestra aleatoria de 40 parques ubicados en el trayecto por donde pasa el viento en la ciudad. En cada uno de ellos se eligieron cinco árboles, a los cuales se les tomaron muestras a una altura de 1,5 metros del suelo y en el área de mayor cobertura de líquenes.
Así, por ejemplo, los datos aportan argumentos científicos que sugieren disminuir y regular la circulación de vehículos en zonas con la mayor polución.
Es por eso que la investigación fue presentada a las autoridades de la Municipalidad de San José.
Además, puede servir de referencia para que las personas con padecimientos respiratorios identifiquen cuáles son los mejores sitios para vivir.
Las enfermedades respiratorias afectan de forma importante a la población costarricense. Solo durante los cinco primeros meses del 2011 las consultas por este tipo de padecimiento sumaron 11.800 incapacidades laborales, según informó este diario en junio .
El doctor Manuel Soto, jefe de Neumología del Hospital de Niños, confirmó que en ambientes contaminados “los padecimientos respiratorios crónicos pueden hacerse más graves”.