EscucharUsted tendrá a partir de hoy la opción de encontrarse diariamente con un peculiar sacerdote. Con él no rezará, pero sí explorará los problemas actuales de las familias latinas.
Se trata de un| talk show conducido por el sacerdote Alberto Currié, un joven de 30 años de la iglesia Católica Romana de Miami.
El Padre Alberto como se llama el espacio y como es conocido el párroco, es un programa de participación pública que cuenta con la asistencia de profesionales reconocidos.
Se transmitirá por canal 2 a partir de las 8 p. m. de lunes a viernes. En él, a lo largo de una hora, se tratarán con delicadeza y persuasión diversos temas, con el objetivo de que los invitados revelen sus más profundos sentimientos.
Este espacio es una iniciativa de la cadena Telemundo, la cual incursionó en el terreno de ese popular formato desde el 27 de septiembre del año pasado.
Además, abrió brecha en el campo de la comunicación al poner a este antiguo disc jockey de radio, luego convertido en sacerdote, a tratar temas de actualidad familiar con la idea de resolver las crisis entre mente y corazón.
Padre Alberto compite con el no menos popular programa de la cubana Cristina Saralegui, quien le ha deseado buena suerte al sacerdote.
La temática
El Padre Alberto intenta examinar con seriedad distintos aspectos sociales, familiares y personales, al tiempo que le otorga a la gente la inspiración para vivir mejor.
Sus temas, que giran alrededor de asuntos poco discutidos en público dentro de la comunidad latina, expone los verdaderos pensamientos y sentimientos de la gente.
La variedad es amplia. Va desde el sexo hasta la salvación, pues ningún tema se considera tabú.
Algunos de los asuntos a tratar son: cómo evitar que los hijos agredan físicamente a los padres, ¿se debe aceptar que un miembro de la pareja comparta al otro con terceras personas? ¿vale la pena estar lejos de la familia para progresar?
También se discutirá sobre si es pecado negarse a tener sexo dentro del matrimonio o quitarse la vida para no sufrir algún padecimiento terminal.
Y es que en Padre Alberto se estima que la controversia es un paso necesario para obtener conclusiones que sirvan de guía y solución.
Allíse combina la sensibilidad del párroco con su compasión y sentido común. Total, sus ocho años de estudios en el seminario, los cuatro de Filosofía y los cuatro de Divinidad lo convierten en un experto en ofrecer ayuda en diversas situaciones.
