Su voz se escuchó en los mejores escenarios del planeta, sin que tuviera nada que envidiar a los grandes del momento de la lírica: fue el tenor costarricense Manuel Salazar Zúñiga, a quien se le conoció como Melico en el mundo del bel canto.
Hoy se rendirá un homenaje al más grande intérprete lírico nacional, con motivo del 110 aniversario de su nacimiento (el 3 de enero de 1887).
El tributo a Melico Salazar se llevará a cabo en el teatro que lleva su nombre, sobre la avenida segunda.
Homenaje en grande
Los seguidores de la lírica, en general, y de Melico, en particular, podrán disfrutar de audiciones grabadas por el tenor: la canción religiosa Agnus Dei, el acto primero de Meco all'altar di Venere, La fuerza del destino y Otelo (actos tercero y cuarto).
Invitados especiales de la Compañía Lírica Nacional interpretarán óperas y operetas.
En el vestíbulo del teatro habrá una exposición de discos, películas y objetos personales del cantante; para el año entrante se espera llevarla a diversas partes del territorio nacional.
Esta noche se presentará el libro Biografía artística del gran tenor de América: Melico Salazar, escrito por Gerardo Sánchez Villalta. La obra contempla detalles de la vida artística del tenor y se realizó a propósito de las celebraciones del centenario.
Y, para redondear la noche, el presidente de la República, José María Figueres, y el ministro de Cultura, Arnoldo Mora, firmarán un decreto ejecutivo para declarar 1998 como el año oficial del nacimiento de Salazar.
Melico, el tenor
Manuel Salazar Zúñiga nació en San José el 3 de enero de 1887. Se lo conoció como el "Gran Tenor de América" o, simplemente, Melico.
A los 20 años se trasladó a Italia para estudiar canto bajo la dirección de prestigiosos maestros de escuelas europeas. Cuatro años después debutó en el Teatro Nacional de Costa Rica con las obras I Pagliacci y Cavalleria Rusticana.
Recorrió los principales escenarios de la ópera en Italia, Estados Unidos, España, Canadá y América Latina. En La Habana, Cuba, sustituyó a Enrico Caruso en Il Trovatore.
Se integró luego al elenco de la Metropolitan Opera Company de Nueva York, donde se le asignaron todos los "papeles italianos". Se convirtió en miembro titular de esta compañía de 1921 a 1923.
A los 40 años regresó a Costa Rica y fundó una compañía de canto con la cual realizó presentaciones en el Teatro Nacional y en el Raventós (el actual Melico Salazar). El tenor murió a los 53 años.