La ciudad de Nicoya está a 30 km de Sámara, una de las localidades más cercanas al sitio donde el miércoles se originó un terremoto de 7,6 grados. En cambio, Fraijanes de Alajuela está a 150 km.
Sin embargo, los suelos de esta comunidad, en las faldas del volcán Poás, se movieron más fuerte.
Así lo indican los registros preliminares del Laboratorio de Ingeniería Sísmica (LIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El LIS tiene instrumentos en todo el país que miden la aceleración de los suelos. Aunque a usted le parezca que el suelo casi nunca se mueve, en realidad sucede todo lo contrario, pero no se percibe.
Cuando llegan las ondas de un temblor, entonces el movimiento del suelo se acelera.
La aceleración de los suelos se mide en cm/s² (centímetros por segundo al cuadrado). Por ejemplo, una aceleración de 20 cm/s² quiere decir que el suelo aumentó su velocidad en 20 cm/s.
La aceleración registrada el miércoles en Nicoya fue de 239,67 cm/s², mientras la de Fraijanes fue de 284,06 cm/s². La mayor aceleración en el país se registró en Santa Cruz, con 563,02 cm/s².
Como referencia, en la plaza de la Cultura, en San José, la aceleración fue de 50,98 cm/s².
¿Por qué y qué produce? Aarón Moya, del LIS, explicó que estas diferencias se dan, en parte, porque los suelos, según su composición, pueden amplificar o aminorar una onda sísmica.
“En Fraijanes confluyen la topografía, el ser una región elevada y el tipo de suelos. Es una región cercana al volcán Poás y, muy probablemente, los suelos son bastante sueltos, bastante meteorizados y con ceniza”, explicó el científico.
Una opinión similar exteriorizó Eduardo Malavassi, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), ayer en un chat en La Nación.
Para él, en los daños que también se notaron en lugares cercanos como Zarcero y Naranjo influyeron, además, los terrenos con gran inclinación.
Basado en todas las mediciones, el LIS publicó un mapa que muestra cómo se movieron los suelos en todo el país.
Otras zonas que amplifican las ondas sísmicas son Paquera y Cóbano, dijo Moya.