Ahora que nos llegan aclaraciones vaticanas sobre el cielo y el infierno, de que no existen como lugares físicos, he aquí que la película Más allá de los sueños viene con una tesis bien idealista: el infierno y el cielo son ejercicio de la más absoluta subjetividad: solo existen para quienes creen en ellos y son exactamente lo que cada cual se imagine (según sus gustos, sus emociones o sus traumas).
Por ahí juega el argumento del citado filme, con la historia del psiquiatra Chris Nielsen (el actor Robin Williams), quien hace de la tragedia un adobado drama cuando muere en accidente de tránsito, poco después de sus dos hijos (en otro accidente).
Solo que él Ðdesde su cieloÐ queda en "contacto" con lo humano; así, ve el dolor de su esposa Annie (la actriz Annabella Sciorra), entiende que ella se suicide y Ðcomo moderno OrfeoÐ va en su búsqueda a los propios infiernos, con resultados que van más allá del origen de los acontecimientos: como ir más allá de los sueños.
Se trata de una película de emociones rebuscadas y a veces dulzonas en una historia forzadamente triste y coloquialmente amorosa (idílica en exceso). Sin embargo, Más allá de los sueños se salva por su puesta en escena, donde conjugaron talentos el realizador Vincent Ward y el diseñador artístico Eugenio Zanetti.
El resultado es una atractiva puesta en escena: pictórica, fastuosa, emotiva, en constante búsqueda de la sensualidad por medio de efectos visuales, iconográfica y estupenda en sus recreaciones de cielo e infierno, a tal punto que olvidamos las simplezas del argumento. Razón para ir al cine.
Cómo, dónde, cuándo
Más allá de los sueños se exhibe en Cariari, Internacional, San Pedro, Cinemark.
Entrada : De ¢800 a ¢1.100, según la sala (pensionados pagan la mitad).
Horario : Funciones regulares.