Buenos Aires, 13 oct (EFE).- La realizadora francesa Marie-Monique Robin viajó a Buenos Aires para presentar su documental "Escuadrones de la muerte: la escuela francesa", en el que militares argentinos reconocen haber aplicado durante la última dictadura técnicas de tortura y desaparición importadas de Francia.
El film, que será estrenado mañana en Buenos Aires y había sido presentado en septiembre de 2003 por la cadena de televisión francesa Canal Plus, sostiene que Francia cooperó con las dictaduras militares que rigieron en Latinoamérica en la década de 1970, aunque afirma que lo hizo con mayor fuerza en la argentina (1976-1983).
Mediante entrevistas, imágenes de archivo y documentos, la periodista e historiadora relata cómo los franceses formaron a militares de América Latina y Estados Unidos en los métodos que habían desarrollado en la llamada "batalla de Argel" y más tarde en la guerra de Indochina.
"Los militares franceses descubrieron que el enemigo era interno y que había que sacar información de la población. Esto demandaba un interrogatorio, que conllevaba tortura para sacar información. Luego, a los torturados los hacían desaparecer", dijo Robin en una entrevista con EFE.
"Todo este paquete, al cual se puso el nombre de doctrina francesa, fue importado después (...) En Argentina hubo una misión permanente de militares franceses entre 1957 y 1981, por lo que el papel de ellos fue más importante que en Chile o Brasil porque hubo una misión especial para transmitir esta ideología", agregó.
Expertos franceses enseñaron también las técnicas de la guerra contrarrevolucionaria a una generación de militares latinoamericanos en la "Escuela de las Américas" en Panamá, conocida como "la escuela de los dictadores", así como a estadounidenses que luego aplicaron en Vietnam, en particular en la "Operación Phoenix", en la que murieron 20.000 civiles survietnamitas.
La periodista francesa entrevistó a los generales retirados argentinos Ramón Díaz Bessone -con cámara oculta-, Reynaldo Bignone y Albano Harguindeguy, que en el documental justificaron los crímenes cometidos durante el régimen militar, en el que, según organismos de derechos humanos, desaparecieron unas 30.000 personas.
"La entrevista que más me impactó fue la de Díaz Bessone porque me habló fríamente de las desapariciones como los daños colaterales de la guerra antisubversiva. Cuando le agradecí la nota y el camarógrafo prendió la cámara oculta el tipo se transformó y me dio miedo", contó Robin.
"Ahí me dijo que no se podía sacar información sin torturar y justificó la desaparición como arma de la guerra antisubversiva", agregó la directora, cuyo documental demandó dos años de trabajo y 300.000 dólares.
La francesa, que hasta tuvo que acceder a una cena con Díaz Bessone y su mujer para mantener el contacto, aseguró que decidió "sin ningún problema ético" filmarlo con cámara oculta por considerarlo un "verdugo responsable de muchas muertes".
"Haciendo esta investigación entendí el peso de la ideología. Lo que tenían en común los militares argentinos, franceses, chilenos y estadounidenses era un anticomunismo feroz", señaló Robin.
En septiembre del año pasado, apenas se conocieron los dichos de los tres represores, el gobierno argentino ordenó la apertura de una causa penal militar para juzgarlos, una reacción política que no existió en París.
"En Francia hubo mucha prensa sobre el documental, pero yo pensé que iba a tener más repercusión política. Hubo dos partidos franceses, los Verdes y el Partido Socialista, que pidieron la creación de una comisión de investigación parlamentaria, pero fue rechazada", señaló Robin.
"Es un tema que sigue siendo muy tabú, como fue lo de Argelia durante 40 años. Ahora el paso siguiente es decir que lo que hicimos en Argelia también lo exportamos, pero todavía es difícil que se investigue. Sin embargo, hay mucho interés en la población", agregó.
La periodista contó que después del estreno del film en Francia recibió amenazas telefónicas de la Organización del Ejército Secreto (OAS), que apostó una persona en la puerta de su casa de París por un tiempo y que desapareció después que lo denunció.
Como el documental tiene sólo 60 minutos, Robin publicó un libro y editó un DVD de 70 minutos con la investigación ampliada.
La idea original de la francesa era investigar el Plan Cóndor, la coordinación de las dictaduras del Cono Sur para detener a los opositores al régimen, pero cambió su objetivo cuando vio mencionado en algunos libros la influencia de la "escuela francesa".
"Cuando estaba trabajando sobre el Plan Cóndor, pensaba que la investigación me iba a llevar a Estados Unidos, pero nunca a París". EFE
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