GDA/ El Universal /México
A Eugenio Derbez le fascina no ser Eugenio Derbez en Nueva York, y caminar por las calles repletas de gente, en el anonimato.
Ha elegido un aislamiento voluntario para concentrarse en el mayor desafío que haya experimentado su carrera: evolucionar.
“El dilema es evolucionar o vivir como un conformista feliz”, dijo con una seriedad que no le creerían quienes están acostumbrados a verlo en la televisión.
“Mi nuevo desafío es dar un salto cualitativo, tener el espíritu lleno, aunque los bolsillos a veces estén vacíos”, comentó.
Faceta. Derbez acaba de estrenarse con éxito como director de teatro en Nueva York, con la obra La Bella y la muy bestia , una tragicomedia que narra la vida de dos hermanas con una relación patológica de amor y odio.
“Montamos esta obra con mucho sacrificio. Ha sido un buen comienzo, pero también el principio de una serie de proyectos que me exigirán mucho sacrificio”.
“El público mexicano encontrará sorpresas en los siguientes meses”, agregó Eugenio Derbez.
Derbez montó La Bella y la muy bestia en solo tres semanas, en un pequeño teatro de Manhattan, en condiciones que a veces no eran las más deseadas.
Pero al final la obra mostró al público a un Derbez muy distinto como director de teatro.
El público encontró en esta obra algo totalmente diferente a las frases ingeniosas que le han dado fama como comediante. Está construida a base de diálogos irónicos, situaciones dramáticas que llegan al extremo de provocar risa y un extraordinario humor negro.