Carlos Aguilar Calderón, exembajador de Costa Rica en Nicaragua, aparece vinculado a una operación financiera mediante la que se transfirieron dineros a los más cercanos colaboradores de Humberto Ortega Saavedra, exministro de Defensa y exjefe del Ejército en Nicaragua.
A nombre del exdiplomático costarricense aparece consignada en 1991 -en momentos en que fungía como embajador- una transferencia de al menos $150.000 -¢34,5 millones al tipo de cambio actual-, de una cuenta bancaria registrada a nombre del nicaragüense-mexicano René Contreras, prófugo de las autoridades de Honduras por un escándalo conocido como "el chinazo". Este hecho se refiere a una organización sospechosa de la venta de al menos 19.000 pasaportes hondureños en forma ilegal.
La revelación de este asunto la hizo el diario estadounidense The Miami Herald en su edición de ayer. La Nación compartió con dicho medio en las últimas semanas información sobre el caso y profundizó en lo concerniente al exembajador Aguilar Calderón.
En entrevista telefónica con La Nación hace tres semanas, Aguilar -primo del expresidente Rafael Angel Calderón Fournier-admitió la posibilidad de haber recibido dinero de la cuenta, pero sostuvo que de existir sería por "préstamos" que le hizo a Ramiro Contreras, hermano de René y exjefe de la Secretaría del Ejército de Nicaragua. Aguilar no aclaró por qué la cuenta estaba a nombre de René, quien no era miembro del Ejército.
Este movimiento de recursos -según Aguilar Calderón- se habría dado durante viajes que hicieron juntos o porque en algún momento le facilitó su cuenta para que "triangulara" dineros del Ejército nicaragüense provenientes del exterior.
En el diario The Miami Herald se consigna que Aguilar no devolvió sus llamadas y que los guardas en su residencia se rehusaron a aceptar una carta en la que se le solicitaba una entrevista.
Depositante incierto
El aporte económico consta en una certificación emitida por el Lloyds Bank, radicado en Bahamas, ante la corte del Condado de Dade, en Florida, como parte del proceso de divorcio de René Contreras de su esposa María Marta Díaz Velásquez.
El documento -del cual The Miami Herald entregó una copia a La Nación- desglosa 35 transferencias, por cerca de $6 millones, efectuadas entre el 4 de enero de 1991 y el 11 de marzo de 1992, a favor de varias personas allegadas al antiguo hombre fuerte de Nicaragua. El depósito de los $6 millones a esa cuenta se realizó justo dos semanas después de que los sandinistas perdieron las elecciones presidenciales.
En su edición de ayer, The Miami Herald dio a conocer los detalles de la cuenta y versiones de René y su esposa, María Marta, dadas ante la corte en Miami. Ambos negaron, bajo juramento, haber hecho el depósito de los $6 millones y manifestaron que sus vidas corrían peligro si revelaban el nombre del verdadero depositante.
El abogado de la señora Díaz Velásquez en Miami, Bernard Weksler, le dijo al Herald que "Ortega -Humberto- era la persona que estaba detrás del dinero".
Sobre la revelación del movimiento de fondos en esta cuenta, The Miami Herald no menciona si se abrirá un proceso contra Ortega o sus allegados en Estados Unidos o Nicaragua.
No obstante, el tema de los movimientos de recursos y propiedades de los sandinistas durante la transición del poder a Violeta Barrios de Chamorro es motivo de intensa disputa política, en estos momentos en Nicaragua, entre sandinistas y el gobierno de Arnoldo Alemán.
Siendo embajador
La transferencia en favor de Carlos Aguilar -quien tiene orden de captura en Costa Rica por supuesta estafa (véase nota aparte)- está fechada el 4 de enero de 1991. Para ese entonces, fungía como embajador en Nicaragua, cargo que desempeñó hasta que presentó su renuncia en noviembre de ese mismo año, presionado por cuestionamientos en su contra.
Consultado sobre sus nexos con René Contreras, el exdiplomático sostuvo que si acaso lo ha visto "tres o cuatro veces". Comentó que lo conoció, a través de su hermano Ramiro, durante una visita que hicieron juntos a Miami. "René vino dos o tres veces a proponer una serie de negocios acá -Nicaragua-, pero ninguno de ellos gustó."
Aguilar Calderón manifestó que Ramiro Contreras era la "mano derecha" de Humberto Ortega y dijo desconocer el uso que se daba a la cuenta a nombre de su hermano.
Cuando se le consultó sobre las actividades que lleva a cabo en Nicaragua, Aguilar manifestó: "Digámoslo así: soy el nuevo "Ramiro', el hombre de confianza de Humberto Ortega."
Aparte de Aguilar Calderón, también recibieron transferencias a su nombre la costarricense Ligia Trejos Leiva ($50.000), esposa de Humberto Ortega, y Ramiro Contreras ($775.768), hermano de René y exasistente personal de Ortega.
Casi $1 millón fue a parar a una compañía controlada por ayudantes militares de Ortega y otra parte del dinero desapareció en un enmarañado sendero de cuentas bancarias suizas y de compañías fantasmas en Panamá.
La Nación intentó comunicarse con Ramiro Contreras y con Ligia Trejos, en Nicaragua, para conocer sus versiones, pero no devolvieron los cuatro mensajes que se les dejaron en sus casas de habitación durante las últimas tres semanas.
Cuestionada trayectoria
Su trayectoria ha estado marcada de cuestionamientos.
Carlos Aguilar Calderón, primo del expresidente Rafael Angel Calderón Fournier, dejó abruptamente la Embajada de Costa Rica en Nicaragua, en noviembre de 1991, cuando trascendió un proceso penal en su contra por la supuesta comisión de una estafa.
En diciembre de 1991, el Juzgado Cuarto de Instrucción de San José le dictó orden de captura por no presentarse a una diligencia judicial en ese caso.
Desde entonces reside permanentemente en Managua y es uno de las personas más allegadas al exministro de Defensa, el general sandinista Humberto Ortega.
La estafa que se le atribuye por más de ¢1.100.000 es en perjuicio de la empresa Central de Mangueras. Supuestamente, se originó en un crédito bancario que la Financiera del Pacífico Central AG -de la cual Aguilar Calderón era presidente- tramitó para esa compañía.
Según la acusación, la financiera gestionó a Central de Mangueras un empréstito por $21.000 por el que la firma habría entregado una garantía de cinco letras de cambio. Supuestamente, el 1= de diciembre de 1986 el acusado negoció en el Banco Internacional de Costa Rica (BICSA) los documentos y, un mes después, entregó a la compañía un cheque por $21.000 que no tenía fondos.
La compañía afectada tuvo que afrontar un juicio por la suma de ¢1.840.000 que le planteó BICSA debido a que no había honrado las letras de cambio que negoció Aguilar.
En su carta de renuncia, fechada el 1= de noviembre, Aguilar Calderón alegó que salía por "la existencia de presiones externas para que abandonara el cargo y para evitar causar daño al gobierno del presidente Calderón".
Además del proceso penal, a mediados de octubre de 1991 Aguilar fue cuestionado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos por su cercana relación con el general Humberto Ortega Saavedra, según lo confirmó en esa oportunidad el expresidente Calderón Fournier.
En setiembre de 1991, el exfiscal general de la República, José María Tijerino también calificó de imprudente y negligente la actitud del exembajador a raíz de la puesta en libertad, en Managua, de David Orozco García, a quien se le imputaba un triple crimen perpetrado en Escazú el 16 de junio de ese año. El exjefe del Ministerio Público ordenó una investigación sobre esos hechos.