Roma, 8 oct (EFE).- El arzobispo checo Pavel Hnilica, figura de la Iglesia Católica de ese país durante la época del comunismo y condenado y absuelto por el caso de la ocultación del maletín del banquero italiano asesinado Roberto Calvi, falleció a los 85 años de edad, informó hoy en Roma el sacerdote Jarek Cielecki.
Cielecki, director de la agencia Vatican Service News, precisó que Hnilica estaba enfermo desde hace tiempo, que falleció a primeras horas de hoy en Nove Hrady (República Checa), y que será enterrado el 18 de octubre en la Trnava, localidad cercana a Bratislava.
Hnilica fue ordenado sacerdote en un establo, en la clandestinidad, en 1951. Tres meses después fue nombrado obispo y él a su vez en los meses siguientes nombró numerosos sacerdotes, entre ellos al que sería futuro cardenal Jan Korec.
En la década de los años ochenta vino a Roma y se vio envuelto en el caso Calvi y la bancarrota del Banco Ambrosiano.
En 1993 él y dos intermediarios financieros italianos, uno de ellos Flavio Carboni, fueron condenados a un total de once años de prisión por la ocultación de documentos y del maletín del banquero Calvi, director del viejo Banco Ambrosiano.
Hnilica fue condenado a tres años y seis meses, pero la pena le fue condonada.
El maletín de Calvi, cuyo cadáver apareció ahorcado bajo un puente de Londres el 18 de junio de 1982, estaba presuntamente repleto de documentos sobre las relaciones entre el viejo Banco Ambrosiano y el instituto para las Obras de Religión (IOR o Banca Vaticana) y según los investigadores pudo haber sido robado antes de que se le encontrara muerto.
Según los investigadores, los documentos que llevaba eran importantes para aclarar el escándalo de la quiebra fraudulenta del Ambrosiano y la implicación del IOR.
Según la acusación, Carboni y el otro intermediario, Giulio Lena, ofrecieron a Hnilica el maletín a cambio de dos cheques por un importe de un millón de dólares.
Las investigaciones sostienen que le aseguraron que los documentos eran comprometedores para la banca vaticana.
Hnilica declaró que entregó a Carboni dos cheques en blanco, pero no a cambio de los documentos, sino porque el intermediario financiero estaba encargado de una campaña de prensa a favor del Vaticano, tras la quiebra del Ambrosiano y la orden de captura judicial contra el arzobispo Paul Marzinkus, presidente por aquel entonces del IOR.
El caso se cerró definitivamente en el año 2000 con la absolución del obispo. EFE
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