El biólogo evolutivo Ernst Mayr, a quien se consideró como "el Darwin del siglo XX", falleció a los 100 años, informó ayer la Universidad de Harvard.
Mayr fue docente e investigador de esa universidad durante más de medio siglo.
Mayr murió el jueves por la mañana en una comunidad para retirados, ubicada en la localidad de Bedford, Massachusetts, después de una breve enfermedad, indicó la familia.
Considerado como el más prominente experto en biología evolutiva, Mayr se incorporó en 1953 a la Facultad de Artes y Ciencias de esa prestigiosa universidad estadounidense y también dirigió el Museo de Zoología Comparativa desde 1961 a 1970, cinco años antes de retirarse de la actividad académica.
William Kirby, decano de dicha Facultad, resaltó que este eminente científico fue clave para el entendimiento moderno de la biodiversidad y de numerosos asuntos relacionados con ella.
"Las aportaciones del profesor Mayr a la Universidad de Harvard y a la Biología evolutiva fueron extraordinarios en todos los sentidos", recalcó .
Sus trabajos durante las décadas de 1930 y 1940 en el Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York, lo situaron de inmediato como una figura central en el estudio de la evolución de las especies y acerca del origen de su diversidad, subrayó la universidad.
"Soy un veterano luchador por el Darwinismo", comentó en 1991 al periódico Harvard Gazette este prolífico investigador, quien durante sus casi 80 años de trabajo mantuvo una inquebrantable fidelidad hacia la teoría de la evolución de Darwin.
100 años de vida
Nacido en 1904 en Kempten (Alemania), Mayr rompió con una larga tradición de parientes dedicados a la Medicina y después de graduarse como médico en 1925, obtuvo el doctorado en Zoología en la Universidad de Berlín, un año después.
En alguna ocasión Mayr comentó que su curiosidad por lugares remotos fue uno de los factores que más influyó en aquella decisión y que podría poner en práctica poco después con viajes de investigación sobre aves en Nueva Guinea y las islas Salomón.
Mayr estableció que nuevas especies pueden surgir de poblaciones aisladas, algo que Darwin no pudo lograr, y publicó sus hallazgos en 1942, en la obra Systematics and the Origin of Species.
La Universidad de Harvard resaltó además que fue un incansable luchador para que se ubicara a la Biología entre las "verdaderas ciencias", iniciativa que muchos científicos no compartían incluso hasta la década de 1960.
Entre otros muchos galardones que recibió durante su carrera, Mayr fue distinguido en 1970 con la Medalla Nacional de las Ciencias.