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Tuvo una larga y fructífera trayectoria en la industria del celuloide azteca. Ismael Rodríguez. | AP /LA NACIÓN
La muerte del director Ismael Rodríguez, quien llevó a la fama a Pedro Infante, apaga uno de los capítulos más espectaculares del cine mexicano: la llamada época de oro de los años cuarenta y cincuenta.
En esas décadas aparecieron artistas de la talla de María Félix, Dolores del Río, Katy Jurado, Jorge Negrete y el propio Infante, que actuaron en Hollywood y llevaron a su máxima expresión el nombre del cine mexicano, época en que la industria llegó a representar la tercera entrada de divisas para el país.
Todos están muertos ya. El primero fue Negrete, el “charro cantor”, en 1953, y cuatro años después falleció Infante en un accidente aéreo. Del Río murió en 1983, mientras que Félix y Jurado lo hicieron en el 2002 con diferencia de meses.
Ahora fue el turno de uno de los más destacados cineastas de la época, Rodríguez, quien falleció el sábado a causa de complicaciones respiratorias en un hospital de la capital mexicana a los 86 años.
Sus restos fueron incinerados el domingo en el Panteón Francés y depositados el lunes en la capilla La Esperanza de Ciudad de México.
“Tiene un significado especial para nosotros porque a mi papá le gustaba visitar esta iglesia, decía que ir ahí le daba mucha paz”, afirmó el hijo del cineasta, del mismo nombre.
Aunque trabajó en cerca de un centenar de películas, como director hizo 59 largometrajes, la mayoría de gran éxito.
En una entrevista publicada por el Diccionario de Directores de Perla Ciuk, el realizador recordó que empezó desde abajo en el cine, como ayudante de mesero, de sonido y de cámara, además de laboratorista de revelado, editor, fotógrafo, escritor y guionista.
Pero su mayor mérito fue haber descubierto a Infante en una de sus primeras cintas, Mexicanos al grito de guerra, en 1943, un año después de su debut con Qué lindo es Michoacán.
Aunque en 1944 Infante protagonizó Escándalo de estrellas , también de Rodríguez, no fue hasta 1947 con Los tres García que el actor comenzó a cobrar gran popularidad.
Pero fue un año después cuando se inició su leyenda gracias a su personaje de Pepe El Toro, en la trilogía de Rodríguez Nosotros los pobres.
La desaparición de Rodríguez fue lamentada por actores, cineastas y productores mexicanos, como Diana Bracho, María Rojo, Marga López y Carmen Montejo.