SU DESCENSO TARDÓ casi 20 años, pero finalmente llegaron a Costa Rica: es que Los Ángeles del Infierno venían de lejos, empujando los metales más pesados de la década del 80.
En esa época -junto a otras pocas bandas como los argentinos de Riff y los peruanos de Orgus- el conjunto español dio la cara por la escena metálica en castellano, contribuyendo enormemente a la expansión del imperio musical más duro, en la lengua de Cervantes. El trabajo dio resultado y su paso por el mundo no ha sido ni breve ni leve.
Aunque no graban desde el 93, Los Ángeles del Infierno siguen encendiendo pasiones entre sus seguidores del continente americano, quienes llegaron a comprarles un millón de discos. De hecho, Los Ángeles no viven en España sino en Miami, ciudad a la que se trasladaron después de descubrir el éxito que había desatado por estos lados su última producción, Cara o Cruz. Desde entonces, nadie los mueve de las costas de La Florida. "El clima es estupendo y es como una Venecia en Estados Unidos. ¡No es tonto el Julio Iglesias!", explicó el guitarrista Robert Álvarez a la revista Rock Circus.
Paradójicamente, la banda lleva años de recorrer los escenarios de Estados Unidos y México -adonde no se les agotan los seguidores- sin atreverse a poner los pies un poco más abajo, más a menudo. Salvo una exitosa visita a Ecuador hace un par de años, no es si no hasta ahora que Perú, Costa Rica y Guatemala serán agasajados con su actuación, en el mismo orden.
Si la experiencia de Ecuador se repite, entonces la cita en estos países -incluido el nuestro- será multitudinaria, para lo cual estos querubines están más que preparados. Desde sus inicios, Los Ángeles del Infierno compartieron la escena con bandas pesadísimas como ACDC, Motorhead y Saxon, de quienes fueron teloneros a su paso por España, hace casi dos décadas.
Acostumbrados a mover multitudes, casi podría decirse que estos músicos fueron famosos desde el principio. De hecho, su primera producción, Pacto con el diablo, contiene temas que se convirtieron en verdaderos himnos del género. Como afirmó recientemente un diario de Lima: "Su gira latinoamericana busca reeditar el culto que supieron generar en este lado del mundo, gracias a clásicos como Sombras en la oscuridad, Maldito sea tu nombre, Al otro lado del silencio, Lo tomas o lo dejas, Pensando en ti, A cara o Cruz, entre muchas otras canciones".
Todo empezó en San Sebastián, Donosti, País Vasco, España, 1984. Entonces como ahora, eran cinco angelitos que se habían juntado bajo el nombre de Los Ángeles del Infierno para hacerle la vida imposible a temas como la hipocresía o la guerra. Su primer disco, Pacto con el diablo, fue el inicio de una relación comercial con Warner Music -casi casi indisoluble- con la cual editaron todos sus discos, y la que terminó en fechas muy recientes.
Lo demás es historia, conciertos y expansión de mercados. Su renovado interés por América Latina quizá depare nuevas producciones o sorpresas inesperadas para sus seguidores, que deberán estar atentos ahora que el imperio contraataca.