Una foto de la actriz Brooke Shields, maquillada y desnuda en una bañera cuando tenía diez años y que es expuesta en la Tate Modern de Londres, ha causado revuelo.
La imagen forma parte de una exposición sobre arte pop titulada Pop Life: Art in a Material World .
La fotografía se encuentra en una habitación separada de las demás con una advertencia sobre su contenido.
Algunas asociaciones de defensa de la infancia han asegurado que la imagen es un reclamo para los pedófilos y acusan a los organizadores de intentar atraer al público a cualquier precio.
Los encargados de la exposición aseguraron al sitio 20minutos.es: “la fotografía expuesta, que es en realidad una copia de la original tomada por Garry Gross en 1975, representa no a una niña sino a una entidad abstracta, un cuerpo con dos sexos diferentes, o quizá más, y una cabeza que parece tener una edad diferente”.
La actriz no ha querido pronunciarse sobre la polémica, aunque ya intentó en 1981 comprar los negativos de estas imágenes sin éxito. De momento, la fotografía de la pequeña desnuda seguirá a la vista de todos en el museo.