París . Francia se prepara para rendir homenaje a lo largo del año a Victor Hugo, uno de sus más grandes hombres, escritor comprometido y autor de obras universales como "Los Miserables", con motivo del bicentenario de su nacimiento.
Del Senado a la Academia Francesa, museos, teatros, bibliotecas, medios y por supuesto colegios, liceos y universidades, una multitud de instituciones centrarán este año su atención en esta enorme figura, "el Rey Sol de la literatura", como le define Jean-Marc Hovasse, uno de sus nuevos y -según la crítica- más brillantes biógrafos.
La Comedia Francesa se adelantó ya el pasado noviembre, con el estreno de "Ruy Blas", al sinfín de actos, conmemoraciones, programas y festividades anunciadas, en particular en Besancon (centro de Francia), donde el 26 de febrero de 1802 vino al mundo Víctor Hugo en la familia de un general de Napoleón.
En realidad, nadie ha esperado al día D para lanzar su propia avalancha "hugolatra" y emisoras como "France Culture" o "France Musique" incluyeron en su agenda de enero numerosos programas dedicados al autor de "La leyenda de los siglos" (1862), a su obra y a su intensa vida.
Así, France Inter, desde el pasado noviembre, ofrece a sus radioyentes la vida de Victor Hugo, resumida por Max Gallo, autor de otra de sus más recientes biografías, mientras los escolares franceses comenzarán el año con la lectura en todas las aulas de un texto del escritor.
Su figura tiene también sus detractores, intelectuales poco tentados por "escritores con mensaje" o por ese "coloso" Hugo que fue uno de los más fervorosos defensores de Napoleón -"pues le había prometido un ministerio"-, antes de oponerse a "Napoleón el pequeño" y partir al exilio durante años.
Desde las páginas de "Le Monde", Olivier Houdart recordaba igualmente que Hugo "esperó a cumplir sus 46 años antes de declararse republicano y que pese a la tendencia de hacerle pasar por un subversivo, fue un amante del orden y la propiedad" y, en tanto que diputado, ordenó disparar contra los obreros parisienses que se sublevaron en junio de 1848.
"Malas lenguas", según Gallo, para quien Hugo se hizo monárquico y glosó a Carlos X y después a Louis-Philippe "por razones familiares".
Su madre, recuerda, había hecho lo propio después de que su amante, el general Victor Fanneau de Lahorie, fuese ejecutado tras haber participado en una conspiración contra Napoleón.
Gallo añade que Victor Hugo siempre dijo que "amaba al pueblo, pero odiaba a las masas" y, en 1848, cuando defendía la idea de la Regencia contra la opinión pública, ingresó en el Partido del Orden y llegó a apoyar a quienes disparaban contra una barricada.
Lo cual no impidió, según Gallo, que terminase separándose del Partido del Orden tras el golpe de Estado que llevó al presidente de la república al trono con el nombre de Napoleón III, y a él al exilio.
En Bruselas primero y luego en las islas británicas de Jersey y Guernesey, Hugo encarnó la resistencia irreductible a "Napoleón el pequeño", rodeado de muebles a veces tallados por él mismo y de inscripciones como "Anda y levántate" y "El espíritu sopla donde quiere, el honor va dónde debe".
En cualquier caso, fue Victor Hugo quien escribió: "liguen una vena, tendrán la enfermedad, traben un río, tendrán la inundación, corten el futuro, tendrán las revoluciones".
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Editora nacion.com Fuente: agencias.