LOS SECRETOS DE FUNCIÓN gratis no están, precisamente, en su nombre. Aunque la obra recién estrenada del actor Rubén Pagura despliega interrogantes que tampoco dejan lugar a dudas, hay que estar ahí para saber de qué se trata. En cambio, el nombre de la pieza es un argumento irrefutable desde el principio: para ver el espectáculo no hace falta pagar entrada.
Esto no significa, sin embargo, que al final de cada función no se invite a los espectadores a dar lo que estén dispuestos -lo que sea-, a cambio de lo que acaban de presenciar. El trueque y el dinero en efectivo son aceptados. "La gente puede entrar libremente", explica Pagura. "No partimos de una relación comercial con el espectador sino de una artístico-humana, dependiendo de si les gustó o no. Solo sugerimos un precio pero si se trata de un médico, puede pagarnos con una consulta", ríe el actor, quien habla muy en serio.
Estas sutilezas en realidad no son caprichos del artista, quien llevó a cabo su monólogo bajo la supervisión de la actriz Gina Monge. Para Rubén Pagura, Función gratis responde a una necesidad cultivada desde hace mucho tiempo, alimentada por las fuentes más diversas (periodísticas, teatrales y personales) y marcada por la reciente guerra contra Iraq. "El nudo del asunto es que otro mundo es posible", afirma Pagura.
"No pretendemos dar respuestas sino que el cuestionamiento surja", interviene Monge.
Tablas en oferta
La mejor forma que este actor, cantautor y dramaturgo encontró para contar su cuento fue sumiéndolo en el formato de café-teatro, que es una especie de revista musical donde el actor baila, canta, actúa y se relaciona con el público.
"Este tipo de propuesta es la necesidad mía de compartir, desde mi profesión, asuntos que me interesan", adelanta Pagura. "El espectáculo pretende cuestionar de una forma amena, con inteligencia y humor, algunas de las premisas que rigen el mundo actual, entre otras, el lucro como base de las relaciones humanas".
Construido a partir de textos del italiano Darío Fo, el uruguayo Eduardo Galeano, informaciones de Internet e intervenciones del propio Pagura, Función gratis es un recorrido por historias, situaciones y canciones que rezuman actualidad pero que, en su devenir, no se rigen por las normas del teatro convencional.
Durante poco más de una hora y nueve canciones, los espectadores se enfrentan a temas como la competencia y la solidaridad, el sexo y el amor, la globalización y la identidad.
No hay que robar zapatos en los supermercados, Globalizados, Bebé feliz o la Fábula de los tres deseos son algunas de las piezas que respaldan el ingenio de Pagura para materializar las intenciones de su propuesta, que él define cerca del teatro-documento o teatro didáctico.
La aventura de subirse solo a un escenario no es nueva para Pagura, quien lo ha hecho así los últimos 12 años de su vida. Durante esta larga temporada, el actor integró el ya desaparecido teatro Quetzal, junto al director Juan Fernando Cerdas, poniendo en cartelera piezas como El cruce sobre el Niágara y La historia de Ixquic.