México. El Gabinete económico del próximo presidente de México, Vicente Fox, estará integrado principalmente por tecnócratas de distinta filiación política procedentes del sector empresarial.
Tras meses de incógnita, Fox dio a conocer este miércoles al principal equipo de su Gabinete, el económico, compuesto por un coordinador general, siete ministros y tres directores generales, la mayoría de ellos con una amplia experiencia en el sector privado y estudios en Estados Unidos.
Además, anunció que el próximo ministro de Exteriores será el analista político y escritor Jorge Castañeda y que la coordinación de la Comunicación de Presidencia recaerá sobre Martha Sahagún.
El equipo económico, recibido con beneplácito por los empresarios y criticado por la izquierda, refleja una pluralidad de tendencias políticas.
Fox declaró a corresponsales de la prensa extranjera que el nuevo Gabinete tiene "corte empresarial" y que se trabajará "con esa filosofía, con una orientación focal hacia los resultados, con una disciplina de trabajo, como no se acostumbra en el medio político".
"También el Gabinete, como ustedes lo saben, tiene intelectuales, académicos, lideres... y hay políticos con colmillo retorcido que conocen el quehacer político a fondo", puntualizó.
Fox recordó que recientemente el ex presidente del Gobierno español Felipe González le dijo que "si de algo se arrepentía" era de no haber vinculado más empresarios a su administración de trece años.
"Eso dicho por un socialista y por un presidente muy exitoso como es el caso de Felipe González", subrayó el presidente electo.
Para los analistas, el más "izquierdista" del Gabinete presentado el miércoles es Castañeda, un prestigioso escritor e historiador que durante la campaña presidencial de 1994 fue asesor del candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas.
Seis años después, ya convertido en asesor de Fox, Castañeda y Cárdenas intercambiaron una extensa lista de descalificaciones e insultos.
El hombre fuerte del Gabinete económico, Eduardo Sojo, un estrecho colaborador del presidente electo, será una especie de "superministro" que coordinará a todo el equipo.
El titular de Hacienda, Francisco Gil, es bien conocido por los mexicanos porque trabajó en varias administraciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en la actualidad ocupaba la dirección de la empresa de telefonía Avantel.
Luis Ernesto Derbez, de Economía y Comercio, fue funcionario del Banco Mundial y asesor del Banco Interamericano de Desarrollo.
Pedro Cerisola, ex director de Aeroméxico y de Telmex, se ocupará de Comunicaciones y Transportes; Ernesto Martens de Energía; Javier Usabiaga de Agricultura; Víctor Lichtinger de Medio Ambiente y Leticia Navarro debutará en la vida política al frente de Turismo.
Mientras que el PRD criticó al Gabinete porque consideró que mantendrá la política neoliberal de los últimos veinte años, el sector privado lo alabó porque representa estabilidad y continuismo.
La designación de Gil, viceministro de Hacienda en el Gobierno de Carlos Salinas (1988-1994), fue la más cuestionada por los izquierdistas, que temen que impulse los principios económicos que derivaron en la crisis de 1995 y empobrecieron a los mexicanos.
Para los empresarios, sin embargo, Gil garantiza la continuidad de las actuales políticas, que han permitido alcanzar grandes logros macroeconómicos pero pocos éxitos sociales.
"Este nombramiento busca enviar la señal a los inversores y a las empresas de mantener la experiencia y cierto continuismo", comentó a EFE Pablo Galván, analista de Bursamétrica.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aplaudió ayer la designación de Gil y le exhortó a regularizar la economía informal para mejorar la recaudación de impuestos, en lugar de "emprender un terrorismo fiscal".
Por su parte, la Asociación de Banqueros de México consideró que "los encargos de las carteras económicas constituyen un grupo sólido que da buena impresión y manda una señal de congruencia".
Fox, que el 1 de diciembre se convertirá en el primer presidente de México que no es priísta, promete un desarrollo económico sostenido, mejor distribución de la riqueza, combatir la pobreza y la corrupción y consolidar a la ahora agonizante clase media.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.