Los estornudos, la congestión nasal y los ojos irritados no son las únicas molestias de los resfríos: también se nos inflaman las áreas cercanas al oído y al cuello conocidas como ganglios.
Una vez que salimos del catarro, la hinchazón continúa unos días más. Entonces empiezan las preguntas: "¿Por qué?". "¿Será normal?".
"Los ganglios son sitios donde se acumulan células con capacidad de defender a nuestro organismo de sustancias extrañas, y se inflaman principalmente ante infecciones locales", sostuvo el endocrinólogo Luis Jiménez.
Como también lo explicó el microbiólogo y hematólogo Rafael Jiménez, los linfocitos -células que están en los ganglios- transitan por todo el sistema circulatorio y linfático para buscar proteínas y agentes desconocidos que podrían dañar nuestro organismo. Cuando los encuentran, producen anticuerpos como un mecanismo de defensa. Esto hace que el ganglio se estimule y aumente de tamaño.
Las principales causas de inflamación son las infecciones por virus, y, al igual que llegan, debemos esperar a que se vayan.
"A veces, el ganglio no se desinflama inmediatamente después de que la infección desaparece. Incluso puede durar semanas o meses, y esto es, hasta cierto punto, normal", agregó Rafael Jiménez.
Otros desencadenantes son las bacterias u hongos, y, según el problema, así será el medicamento necesario.
Lamentablemente, existen otras razones por las cuales se inflaman los ganglios, como son los tumores malignos entre ellos, la leucemia.
¡Mucho ojo!
¿Cómo saber de qué se sufre? Los especialistas encargados de hacer el diagnóstico son los hematólogos, y para ello se realizan varias pruebas de sangre.
Pero nosotros, en casa, también podemos estar alertas. El hematólogo Jiménez explicó que aquellas inflamaciones de ganglios que nos duelen son productos de las infecciones. Si no sentimos malestar -nada más que el aumento del tamaño-, podría ser el aviso de un posible tumor.
Por ello, ante cualquier duda, lo mejor es consultar a un médico. No hay razón por la cual alarmarse, pero son cambios que no debemos perder de vista.
Buenos signos
Según el lugar donde se inflama el ganglio, se podría deducir de qué problema se trata.
Ingle: podrían ser infecciones de transmisión sexual o infecciones urinarias.
Brazos: infecciones por bacterias.
Cuello y oído: infección en los oídos.
Fuente: Rafael Jiménez, microbiólogo y hematólogo.