Son inquietos, aman la música y encontraron un trabajo en el que pueden combinar ambas características. Desde principios del mes pasado Andrea de la Cruz y Erick Taylor Pravia, son los nuevos locutores de 103 La radio joven.
No se conocían ni siquiera tenían idea de que el otro existía pero por esas cosas del destino, ahora son compañeros de trabajo y amigos.
Ambos tienen 17 años; llegaron a la radio en diferentes circunstancias. Fueron los escogidos entre 100 jóvenes que asistieron a un casting organizado recientemente por la radio para completar el equipo de locutores.
Chunky y sus primeros pasos
Andrea, conocida en la estación como Chunky -por la salsa Chunky Santa Cruz- nunca había trabajado en radio. Vio un anuncio en el periódico, que avisaba de la prueba y pensó decirle a una amiga. Esta no oyó la recomendación y más bien la convenció para que la propiaChunky hiciera el casting.
Con 17 años y recién egresada del Colegio Metodista piensa iniciar sus estudios de periodismo, en mayo, en la Universidad Latina. Por esta razón, cree que trabajar en 103 será una buena experiencia para su carrera.
Como nunca había estado en una cabina de radio, Andrea es asistente, en horario de 9 a.m. a 1 p.m. de lunes a viernes. Aunque también hace algunas labores de programación y locución.
Como cualquier otra adolescente, le gusta salir, bailar y se confiesa aficionada a toda la música, aunque admite que le llega un poco más el hip hop. Además, admite ser una gran comelona.
Frijol experimentado
A diferencia de Andrea, Erick llegó a 103 con experiencia en cabina. Nació en Nicaragua, pero creció en Estados Unidos, a donde su familia se trasladó por motivos de trabajo. Allí hizo sus estudios primarios y parte de los secundarios y fue precisamente en la radio del colegio donde dio sus primeros pasos.
Siempre le ha gustado la música y una de sus metas era convertirse en locutor de radio. Entre risas, agrega que "andaba buscando un trabajito bien bonito".
Frijol, como lo conocen en la radio, trabaja en los turnos de madrugada (de 2 a.m. a 5:30 a.m.). El horario, dice, no le molesta para nada, incluso no le da sueño. ¿Y el hambre? La controla comiendo antes de entrar a cabina.
Erick es amante del reggae y puede pasar oyendo música todo el día. Sin embargo, también le gusta travesear los aparatos electrónicos. Incluso, aunque aún no ha decidido su carrera profesional, piensa estudiar ingeniería electrónica.
Por el momento, está dedicado a su nuevo trabajo y a montar su propia discomóvil.