En 1989, cuando Geovanni Calderón llegó a “pedir” pelota a Radio Monumental, soñaba con materializar su sueño de niño: ser locutor y periodista.
Pero lejos estaba de vislumbrar que 22 años después, fuera una de las figuras más queridas y emblemáticas de la tele criolla en la actualidad, gracias a su don de gentes.
En julio del 2001 este ateniense comenzó a ganarse el cariño de los y sobre todo las televidentes entraditas en años, por medio de sus jocosas y auténticas salidas en
Anhela tener una escuelita televisiva para él solo y, aunque muchos quisieran verlo casado y con hijos, a él ese tema simple y sencillamente no le “fu” ni le “fa”.
Entrado ya en los 50 (los cumplió el 14 de julio anterior), Geova o el “Pelao” como suelen llamarlo en Repretel, hizo un repaso de su vida personal y profesional con
--Muy alentador, han sido años de hacer cosas de las que al principio no estaba muy convencido, principalmente porque cubrí sucesos durante 11 años y estaba acostumbrado a un periodismo diferente, aquí contamos historias positivas, pero lo bonito de este trabajo es que te permite estar a la par de un presidente, como de la gente humilde y de ser vos mismo. Es un periodismo que te permite ser auténtico, mostrar tu lado humano y un contacto riquísimo con el pueblo.
--¡Uy sí, claro! Tengo muy presente el caso de una señora en Tirrases de Curridabat, que vivía en una casa que las paredes eran apenas cuatro latas, no fue una gran noticia, pero la recuerdo porque la señora tenía la casa impecable.
También está el caso de Gilberto Hernández, de Upala, que por una grave enfermedad no puede mover las dos piernas. Ese hombre, con mucho esfuerzo, movilizaba todos los días a lo largo de 30 kilómetros una carreta con pedales adaptados a sus manos para ir a vender sus productos de la tierra en el centro de Upala y lo hacía sin la mínima queja.
Gracias a una nota que le hicimos le pudimos ayudar a mejorar su vida y esas son historias que me marcan muchísimo.
--Es curioso, porque me decían que a los 50 se te van quitando las ganas de todo, pero más bien siento que estoy apurado por hacer cosas que me gustaría y no he podido; seguir trabajando con el mismo entusiasmo, viajar y en el proyecto que actualmente estoy, que es aprender a tocar el banjo.
Con decirte que mi único regalo fueron dos días libres.
--Lo tenía de adorno desde hace como 25 años, lo compré una vez que vi a un canadiense tocándolo y me encantó, pero como hasta ahora encontré un profesor que me enseñe a tocarlo fue que me decidí.
--Con una mezcla de emociones, siento que he aprendido mucho, que tengo muchas experiencias, pero también siento que no he aprendido nada, porque a veces cuando más cree uno saber alguna situación de la vida te sorprende y dice uno ¡juepuña! todavía me falta experiencia.
La gente es la que te va haciendo creer que estás viejo y que se te va cumpliendo la segunda parte de tu vida, pero la verdad es que a estas alturas me siento igual que siempre, con la misma salud y la misma vitalidad, es más me siento como de 30.
Nunca he sido de planear y creo que mucho tiene que ver con que desde niño soñé con ser locutor y periodista y gracias a Dios lo cumplí, pero por lo demás no me afano por una meta.
Pero si pudiera pedir algo, sería tener un programa propio, una hora de televisión al estilo
--La gente que tiene el carácter como yo, no es que no sufra, lo que pasa es que sabemos asimilar mejor las cosas y no las mostramos, eso te va haciendo una carga muchas veces.
--Con el trabajo, o no sé si es que el cuerpo lo asimila, pero ¡claro! a uno no se le va nada, no soy de los que le pego a una pared, más bien trato de tomarme las cosas muy en calma, desde niño soy así.
--Se ha ido quedando, siempre digo que no es algo que ande buscando ni que le ande huyendo tampoco, ni me hago planes de que tengo que estar casado de aquí a cierto tiempo.
--No
--Pocas veces en mi vida he formalizado un noviazgo, tal vez unas tres, pero si me caso, quisiera hacerlo locamente enamorado y no porque la gente me presiona.
--No me preocupo por una cosa de esas, me lo tomo con humor porque alguna vez lo habré dicho también, vacilando.
--¡Ah! yo por supuesto, ese muchacho es incasable, no tiene remedio.
--No es que me le proponga, pero si lo hago sé que lo voy a disfrutar muchísimo, sería una ilusión bellísima.
--¡Ve! eso sí quisiera ser yo, el novio de todas las señoras de este país. Pero ya en serio, no sé por qué , pero desde pequeño tengo mucha afinidad con las señoras y señores mayores, ellos saben que yo les tengo mucha consideración y respeto.
--Soy de gusto universal, igual me puedo enamorar de una jovencita que de una entradita en años, siempre que sea muy femenina, porque eso es importantísimo para mí, y que tengan buen carácter.
--Los pies, hay mujeres muy bonitas, pero se les acaba la belleza en los pies, unos pies bonitos y bien cuidados son una buena carta de presentación.
--Los enemigos míos seguro se esconden porque gracias a Dios nunca los veo, son muy considerados conmigo y eso se los agradezco en el alma, aunque no los conozco.
Dios me dio ese premio, uno pone la cara en televisión y no sabe cómo lo va a recibir la gente.
--Lázaro Malvárez, (jefe de información de
--Y ¿cómo maneja las espinas a lo interno del canal?
--La verdad, nunca las he sentido.
--En darme una vuelta por Atenas a la casa de mis papás para montar a caballo, en acompañar a mi madre a sembrar una mata y si no, pasar el tiempo en mi casa dibujando, que es otra de mis pasiones.
--Me cuesta quedarme pegado a un canal, más bien soy fanático del zapping (pasar de canal en canal), a veces que me quedo viendo boxeo o un partido de futbol, soy saprisista pero de mentirillas, de los que no sufren.
De vez en cuando veo
En un principio no me sentía muy cómodo con que me dijeran “profe”, porque para ser profesor se requiere mucha preparación y yo no la tengo, y segundo, porque no me gusta encasillarme con un sobrenombre en esta profesión, porque después salís de este trabajo para otro y no es bueno llevar un apodo.
Pero, ¡diay! ya me acostumbré.
Metido en televisión, en algún proyecto, decidiendo qué puedo y qué no puedo publicar...¡qué bueno que me lo preguntó porque hasta ahora lo estoy descubriendo!.
Tener la tranquilidad de una casita, llena de jardines y campo verde, en medio de mucho silencio en el campo.
Álvaro Villalobos, exdirector de Radio Monumental, fue el primero que me dio la oportunidad de empezar, es un periodista ecuánime, de mucho olfato y de una manera de escribir clara y llana.
En la locución, José Gabriel Durán Jiménez, Niger Picado, Ernesto Fraga y Carlos Eduardo Gómez.
--Cuando leía noticias en radio era algo muy apasionante, se disfruta muchísimo, es mágica, fantástica, pero si tuviera que escoger me quedo con la televisón, porque te da más recursos para poder captar a la gente.
--Toño hace una excelente imitación, Franklin Vargas también me imita, pero hace a un Geovanni más reposado, en cambio Toño hace a un Geovanni un poco más efervescente, de cuando está en los toros y lo logra muy bien, se parece más en lo práctico y lo psicológico.