“Desde que me imaginé de periodista, me vi investigando; nunca me vi en otra área”.
Ella se mantuvo fiel a ese ideal de estudiante y hoy los frutos del trabajo de Giannina Segnini, jefa de la Unidad de Investigación de La Nación son muchos:
Segnini lideró las investigaciones periodísticas CCSS-Fischel e ICE-Alcatel que originaron procesos judiciales contra dos expresidentes de la República y otros implicados.
Su trabajo también descubrió contribuciones ilegales en campañas políticas, manejos financieros irregulares de la Conferencia Episcopal y decenas de casos relacionados con anomalías en el sector público y privado.
Ayer, Giannina Segnini sumó un logro más, al ser nombrada como Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez 2012. Un premio, según dice, no solo para ella, sino para este tipo de periodismo que es “pilar de la democracia” y que seguirá ejerciendo, porque “creo en él”. Agradeció al jurado, a su familia y, sobre todo, a sus compañeros de trabajo.
Para Segnini, su trabajo consiste en “buscar verdades que alguien o varios pretenden mantener ocultas y hacen todo lo posible para obstaculizar, desacreditar, atacar y amenazar a quienes las buscan”.
Segnini, quien trabaja en La Nación desde 1994 ya ha sido merecedora de premios como el Ortega y Gasset, del diario El País de España, el premio a la mejor investigación periodística de Transparencia Internacional en dos ocasiones, tres veces el Premio Nacional Jorge Vargas Gené y una mención en los Premios María Moors Cabot, que otorga la Universidad de Columbia en Nueva York.
Segnini estudió periodismo en la Universidad de Costa Rica y en la Universidad de Harvard. Desde hace 15 años es instructora y conferencista internacional de periodismo en Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y Asia.
Homenaje. La periodista confiesa que la noticia la tomó por sorpresa. Desde ese instante recibió felicitaciones de sus amigos, familiares, sus tres hijos y hasta de su papá, quien la llamó desde Limón.
Para ella, el reconocimiento es un estímulo más en su trabajo.
“La era en la que vivimos ahora es de muchísima información, y hay que utilizarla de forma inteligente. Hace 20 años no había ni Internet ni teléfonos celulares; todo era diferente”, manifestó.
“Antes los periodistas jerarquizábamos entre todas las porciones de una realidad. Ahora, la tecnología nos permite seguirlo haciendo, pero a la vez ofrecerle a nuestra audiencia todo un universo de datos para que construyan su propia historia. Eso sucedió, por ejemplo con el caso de los colegios y la admisión a la Universidad de Costa Rica”, agregó.
Segnini insiste, sin embargo, en que la rigurosidad es lo más importante. “La tecnología nos ofrece muchas posibilidades, pero no podemos olvidar que lo esencial es hacer periodismo de calidad. La inmediatez es importante, pero la calidad y la rigurosidad lo son más”.