Nueva York DPA Incluso hoy en día, cuando suenan clásicos de los Bee Gees como Stayin' Alive o You Should Be Dancing , la pista de baile se llena. Sin embargo, los hermanos Maurice, Robin y Barry Gibb, con sus voces de eunuco, el cabello batido, los trajes de satén brillantes y los gruesos medallones nunca fueron considerados realmente cool. A pesar de ello, su música siempre vuelve a estar en los ránking y ganó siete Grammy.
“Nunca fuimos muy queridos. Si bien vendimos más de cien millones de discos, nadie caminaría por la calle con una camiseta de los Bee Gees”, dijo alguna vez Barry Gibb en una entrevista. El mayor del trío festejó el viernes su cumpleaños número 60.
Exitoso. Hoy día, Barry Gibb lucha contra la artritis y medita sobre si no habría que quemar públicamente los trajes de satén. La banda de sonido de la película Saturday Night Fever , gracias a la cual John Travolta se convirtió en estrella, lo convirtió en leyenda.
Los Bee Gees aportaron, entre otras, las canciones Stayin' live , Night Fever y How Deep Is Your Love . En todo el mundo vendieron más de 30 millones de estos discos.
La calidad atemporal de sus canciones pop , la mayoría de las cuales compuso Barry Gibb, está demostrada por los numerosos covers que también se convirtieron en hits . En la música disco siempre fueron los primeros: Main Course, Jive Talkin y Nights on Broadway se escuchaban en todos lados. Los Bee Gees son, indudablemente, una de las bandas más exitosas de la historia del pop .
Gibb nació en 1946 en la ciudad inglesa de Manchester como hijo de Hugh Gibb, el líder de una banda. Los mellizos Maurice y Robin nacieron dos años más tarde en la Isla de Man, en el Mar de Irlanda.
Si bien Barry es considerado el líder, las canciones suelen surgir en grupo. “Los Bee Gees son una democracia. Tres egocéntricos: tres cabezas, tres caracteres, tres opiniones. La democracia entre hermanos es un trabajo duro”, dijo.
Barry Gibb tiene cuatro hijos y una hija con sus esposa. Actualmente reparte sus días entre sus mansiones en Buckinghamshire, cerca de Londres, y en Florida, cuyas cálidas temperaturas le hacen bien a su artritis. De todas formas, quiere seguir activo en el negocio de la música. “Seguimos vigentes porque siempre teníamos nuevas ideas. Nunca copiamos a nadie. Otros intentaron imitarnos. Siempre sonamos como los Bee Gees. Y eso es así hasta hoy”, afirma.