El Gobierno fijará el precio del arroz durante un año más y, luego, la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) será la que dicte el costo del grano para los consumidores, anunció ayer el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
El MEIC dictará el precio al consumidor de todo arroz que se venda en el país, sembrado aquí o importado, mientras los productores, industriales y el Gobierno terminan de afinar el nuevo modelo tarifario del grano, que estaría listo a finales de abril.
La medida transitoria regirá hasta el primer trimestre del 2014. A partir de ese momento, el precio del arroz para los consumidores lo establecerá el mercado –en el caso del importado–, y Conarroz lo fijará para los productores locales.
Actualmente, este producto es el único cuyo precio lo determina el Gobierno. El resto de bienes agrícolas comenzó a liberalizarse a finales de la década de 1980.
Nuevo modelo. El objetivo del Gobierno es que la variación del actual sistema de precios para el arroz producido en el país empiece a regir tras la primera cosecha del próximo año. Para lograr el cambio, se creó una comisión que se reúne diariamente desde el pasado lunes, y cuyas funciones terminarán, una vez alcanzado un acuerdo entre productores e industriales.
La decisión de acelerar el proceso ocurre tras darse a conocer que la fijación por ley del precio del arroz no beneficia ni al consumidor ni al productor, según un estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), de la Universidad de Costa Rica.
Para Mayi Antillón, jerarca del MEIC, la abstención del Gobierno en la fijación de los precios puede entenderse como una liberalización del precio del arroz, pues quedará en manos del sector privado.
“Pero no puede entenderse como un sistema en el cual el productor queda descubierto al libre mercado. Estamos ante una sustitución de modelo, en el cual los propios actores definen cuáles son las reglas entre ellos, pero estos tendrán que vincularse a los costos internacionales”, dijo.
La ministra detalló que la supervisión estatal en el mercado arrocero continuará, respecto a la protección al consumidor ante prácticas monopolísticas.
Carlos Chaves, presidente de Conarroz, manifestó que el precio del arroz importado es, efectivamente, más barato que el producido en el país, pero que su costo debería ser mayor.
“Tras el cambio de la metodología, es posible que sí se tenga que hacer una considerable baja en el precio para el consumidor, sobre todo en el arroz que tiene regulado el precio actualmente”, enfatizó.
Gloria Abraham, ministra de Agricultura, explicó que ahora los productores nacionales, principalmente los pequeños, deberán entrar en un proceso de modernización de sus procesos para enfrentar la mayor competencia.
Además, porque en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos hay un proceso paulatino de desgravación arancelaria para la importación de arroz a partir del año 11 de entrada en vigencia del acuerdo. Actualmente, el impuesto es de un 35%.