Ni nuevas tabletas ni teléfonos ni la versión refrescada del Android: la 5.0 Keylime Pie. Este año, la dinámica cambió en la recién finalizada conferencia anual Google I/O para desarrolladores de software .
El producto estrella, este año, parece que fuimos los humanos y el afán de Google por entrar en nuestras cabezas y pensamientos.
Del 15 al 17 de mayo, Google mostró su músculo tecnológico a una audiencia de ingenieros y empresarios que desarrollan aplicaciones y otras características para volver más útiles los teléfonos inteligentes y tabletas, o lo que venga luego.
Empero, si en otras ocasiones la compañía, con sede en Mountain View (California), lanzó múltiples novedades en hardware y software , esta vez hubo solo unas 16 novedades generales y decenas de mejoras específicas en servicios existentes. Solo Google + , la red social de la firma, recibió 42 actualizaciones.
El arribo de un reajuste del sistema operativo Android u otro hijo de la familia de teléfonos Nexus de Google quedaron excluidos.
Pero hubo una curiosidad en los pasillos del foro en San Francisco: un Nexus 4 blanco. Como la versión disponible del smartphone es de color negro, la pregunta fue cuándo se venderá el blanco. Otra vez, silencio oficial como respuesta.
El gran mensaje estaba frente a los ojos de cientos de ingenieros de software y otros asistentes que usaban sus Google Glass , esos anteojos de realidad aumentada presentados en el 2012 y sobre los cuales tampoco hubo más anuncios.
Su omnipresencia era reverencial e intimidante, como lo narra Nick Bilton para el blog Bits publicado por The New York Times .
“Dondequiera que miraba en la conferencia, las personas estaban usando Google Glass. Cientos de ellos. Tal vez más de mil. Estaban en la escalera mecánica, en las estaciones de café, en los salones de prensa, por los pasillos, como bandas de supernerds ”, apunta Bilton.
El frenesí es claro, pero el acceso es limitado y a $1.500 las gafas. Bilton, por ejemplo, se declara incapaz de identificarse con estos usuarios “hiperconectados”, aun siendo él un gran nerd .
Mirar adelante, no al teléfono. En todo caso, ese es el futuro al cual Google apuesta: evitar que las cabezas bajen la mirada a los teléfonos o tabletas. Un futuro donde un parpadeo toma fotografías o video que luego se cuelgan en Internet. Un futuro aún en construcción.
Larry Page, director ejecutivo de Google, apenas habló del invento en la conferencia y porque alguien del auditorio se lo preguntó.
“Nuestro principal objetivo es conseguir usuarios felices utilizando Glass. Así que el equipo trata de construir el conjunto mínimo de cosas, solo por el bien de la practicidad, proporcionar una gran experiencia y hacer a los usuarios felices”, aclaró Page.
Hoy solo las aplicaciones Path y The New York Times están disponibles para los anteojos, pero pronto vendrá más software al que Google bautizó Glassware . Habrá una app de alertas de CNN, otra de la revista Elle , Twitter, Tumblr, Facebook y recordatorios de Evernote.
En los teléfonos, dichas herramientas han vuelto esenciales estos aparatos en la vida de los usuarios. Google persigue trasladar esa sensación a sus anteojos volviéndolos algo en verdad funcional.
La compañía va lenta con el nuevo “juguete” y aún impide a los desarrolladores acceder a los datos del usuario generados por los lentes. La firma espera de los desarrolladores experimentación y aplicaciones a la medida de sus anteojos en vez de trasladar las actuales desde los smartphones .
Google quiere apps simples, con alertas relevantes, datos en verdad útiles para el cliente y tareas simplificadas y más fluidas que en los artefactos actuales.
La pantalla en los Glass es más pequeña respecto a un teléfono, y una alerta puede ser una distracción potencialmente dañina para el usuario. Eso es un detalle clave a digerir. Por eso, Google dejó al consumidor con hambre en este Google I/O, pues en el futuro que ve a través de sus anteojos casi no se ven teléfonos o tabletas.