Guadalajara (México), 12 oct (EFE).- Más de 2,5 millones de fieles católicos, incluidos los participantes en el XLVIII Congreso Eucarístico Internacional (CEI), se congregaron hoy en Guadalajara para participar en la romería de la Virgen de Zapopan.
En la tradicional caminata, en la que se acompaña a lo largo de doce kilómetros a la Virgen de Zapopan desde la Catedral Metropolitana hasta su Basílica, participaron este año cardenales, obispos y arzobispos de todo el mundo que participan en el CEI.
La popular imagen de la Virgen se traslada después de que visita más de cuatrocientas iglesias de la zona metropolitana.
Durante el recorrido de hoy las calles se pintaron de colores vistosos gracias a los 15.000 danzantes y a las familias enteras que llevaban banderas de adoración de las diócesis.
Oraciones, rezos y vivas no dejaron de escucharse a la par de canciones que cientos de niños pertenecientes a diversos coros entonaban.
Algunos feligreses recorrieron las calles de rodillas en señal de penitencia o de agradecimiento a la Virgen por haberles concedido algún milagro.
La fiesta religiosa es considerada como una de las más importantes de México, al congregar fieles de todo el país y en esta ocasión de todo el mundo debido al CEI, que se celebra en la ciudad y donde participan representantes de los cinco continentes.
En el contingente que rodeaba el carro alegórico donde era llevada la Virgen zapopana estuvieron presentes altas autoridades eclesiásticas, entre ellos el obispo alemán Gerhard Müller, quien se dijo "impresionado por la participación": "hay muchos niños que ya aplauden, es una unión de la familia de Dios", añadió.
"La Generala", como se conoce a la Virgen, lucía un manto blanco, de gala, adornado con motivos eucarísticos al que iba prendida una capa roja bordada con hilos de oro.
Al arribar la imagen a su sede fue recibida entre cánticos, aplausos y vivas, y se soltaron globos multicolores.
Ante los miles de fieles, el Cardenal y Arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, acompañado del Cardenal Norberto Rivera Carrera y el representante del Papa Juan Pablo II, el cardenal eslovaco Jozef Tomko, concelebraron una misa.
Al final de la ceremonia los prelados bendijeron a los presentes en una romería que concluyó sin incidentes mayores.EFE
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