El Tiempo, Colombia
Sam Saboura, quien maneja la imagen en el programa Extreme makeover , en Estados Unidos, es el "rey Midas" de la imagen.
Como si fuera un santo, muchos lo invocan porque tiene un ojo crítico capaz de hacer que la gente se vea mejor.
No todo lo que toca lo convierte en oro. Pero es como si al acercarse a la piel y a la carne de seres desconocidos -y hasta despreciados- les diera brillo nuevo.
Buen ojo. Para miles de personas pegadas a sus televisores, Sam Saboura es como un santo al que se le reza para que cumpla el deseo -muy humano y material- de convertirlos en alguien nuevo.
O para que se les aparezca y les haga el milagro.
El estilista de Extreme makeover ( Cambio extremo ), en el programa original en Estados Unidos, recibe a las personas después de que son sometidas a mesoterapias, liposucciones, rinoplastias, depilaciones y reparaciones varias, y obra en ellos una transformación mayor de la que puede lograr un quirófano: cambia su personalidad.
Y de una manera inteligente: les enseña a usar su cuerpo para proyectar un nuevo yo. "San Sam" sí hace el milagro.
De famosos como Brad Pitt, Jennifer Aniston o Sarah Jessica Parker, Sam piensa esto: "Ellos se ven perfectos porque tienen todo el tiempo del mundo para verse bien. Pero sufren igual, o peor, porque son vistos por millones".
Agregó: "Las celebridades son importantes. Son la inspiración de miles, pero no son la realidad. Ellos se demoran horas frente al espejo para verse bien. En cambio, la gente real no tiene tiempo. Así que no trate de copiar a los famosos", aconsejó este "gurú".
La gente quiere que se le cruce en su camino para desnudarse ante él y ponerse a disposición de su ojo clínico.
Pero Saboura lo que hace es más extremo que el nombre de su programa: ve el potencial en gente que ha sufrido toda la vida, a la que le han dicho y recalcado que su imagen es sinónimo de fealdad.
Trabajo. "Me meto en el clóset, les digo qué les sobra y les enseño a comprar de acuerdo con lo que necesite su cuerpo".
No cree, de hecho, que la belleza sea cuestión de dinero. "El estilo no está relacionado con la plata. Es algo que se crea con el tiempo, que se expresa".
Por sus frases célebres es que la gente lo acosa en la calle: "Si me preguntan, les doy información sobre cómo vestirse. Lo importante es entender el cuerpo".
¿Consejos? Por supuesto. Su vida consiste en ofrecerlos, gratis o por miles de dólares. El vital, el que les regala a todos, el abrebocas, es el siguiente: "Mire dentro de sí hasta encontrar su propio estilo. Si lo encuentra tendrá el poder y desarrollará el instinto para verse bien".
¿Y qué ve cuando observa a alguien? "Detallo los ojos, la mirada, qué tan cómodos se sienten, su cuerpo, cómo se viste, el pelo y qué le sirve a su cuerpo", detalló este "maestro de la belleza".