El 16 de junio de 1963, los sueños de una humilde trabajadora textil llegaron tan alto como las estrellas: Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en la historia en viajar al espacio.
El 16 de junio de 1963, los sueños de una humilde trabajadora textil llegaron tan alto como las estrellas: Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en la historia en viajar al espacio.
A sus 26 años de edad y a bordo de la nave Vostok 6, Tereshkova completó un vuelo espacial de tres días, durante los cuales orbitó la Tierra 48 veces.
A principios de los sesenta, Estados Unidos y la Unión Soviética libraban un pulso por conquistar el espacio y la hazaña de Tereshkova significó una primicia para los soviéticos, pues ninguna mujer estadounidense había viajado fuera de la Tierra. “¡Cielo, ahí voy!”, fueron las palabras de esta tenaz mujer, quien se vio obligada hasta a mentirle a su madre con tal de entrenarse para la misión.
En medio del antagonismo ideológico, tensión política y espionaje característicos de la Guerra Fría, el entrenamiento de cinco mujeres soviéticas –iniciado en 1962 con el propósito de convertirlas en cosmonautas– fue secreto.
Ya desde temprana edad se había inscrito en un club de paracaidistas aficionados y fue esa experiencia la que le facilitó ser reclutada para el entrenamiento.
La joven combinaba sus lecciones de paracaidismo con el trabajo en una fábrica de textiles para llevar el sustento a su familia.
A pesar de estar acostumbrada a trabajar duro, Tereshkova reconoce que el hecho de ser mujer no marcó la diferencia en cuanto a las exigencias del entrenamiento.
“Los requisitos eran muy estrictos. Nos encerrábamos todo el día para estudiar aspectos teóricos. Aprendimos sobre cómo manipular una nave espacial, pilotar aviones y saltar en paracaídas a pesar de que ya teníamos formación en paracaidismo”, declaró Tereshkova en una entrevista al canal Russia Today. Finalmente, la joven –nacida en Yaroslavl el 6 de marzo de 1937, en el seno de una familia campesina– fue la elegida entre las cinco reclutas para volar al espacio.
Gaviota –seudónimo que adoptó durante la misión– giró en torno a la Tierra durante 71 horas. “El vuelo es un trabajo muy intenso, pero resulta imposible dejar de impresionarse por las bellezas de la Tierra. Es brillante y azul clara. Por mucho tiempo que se pase en el cosmos, siempre se añora la tierra natal. La Tierra es nuestro hogar”, dijo Tereshkova al periódico El País de España en el 2011.
El objetivo de esta primera misión femenina fue la investigación comparativa sobre los efectos de los vuelos espaciales en el cuerpo de hombres y mujeres. También se evaluaron las características y el funcionamiento de la nave Vostok 6 con el fin de perfeccionar la tecnología aeronáutica.
Hoy, con 76 años, Tereshkova confesó que le encantaría viajar a Marte. “ Es mi planeta favorito. Lo más probable es que los primeros vuelos a Marte sean solo de ida; esa es mi opinión. Yo estoy dispuesta, pero, lamentablemente, esto no ocurrirá pronto”, declaró a los medios en una aparición reciente.
Reconocida como una pionera en su campo, la cosmonauta alentó a las mujeres del mundo a conquistar sus propios espacios, tal y como ella lo hizo hace medio siglo. “ Sigo creyendo que, en gran parte, todavía depende de las propias mujeres el resolver sus problemas. Por eso me gustaría animarlas a que no cesen nunca de participar activamente en las esferas políticas y económicas de sus propios países”.