México . Rastros de cocaína descubiertos en el organismo y el vehículo del asesinado animador de televisión mexicano Francisco "Paco" Stanley dieron el miércoles un nuevo giro a la investigación del sonado caso.
Evidencias sobre el porte y consumo de esa droga fueron reveladas la noche del martes por el procurador de justicia de la capital mexicana, Samuel del Villar, sacudiendo a la opinión pública, conmovida por el asesinato del popular conductor de programas televisivos de auditorio y comediante.
Stanley, de 56 años, fue acribillado a balazos el lunes por pistoleros que la policía describió como "profesionales" al salir de un restaurante en el sur de la capital.
Un cliente del establecimiento murió y otras tres personas, entre ellas el también coanimador y periodista Jorge Gil, resultaron heridos durante el ataque, en el que dos agresores dispararon al menos 25 proyectiles, según los primeros informes periciales.
"Estoy muerto de rabia, porque no se vale que manchen la integridad de un ser humano", declaró, indignado, el actor Mario Bezares, compañero de Stanley en un popular programa de TV Azteca, la segunda cadena más importante de México.
" ?Por qué tratar de mancharnos?... Nosotros no tenemos nada que ver con el narcotráfico... ?Por qué tratar de destruirnos?", dijo Bezares en una entrevista con TV Azteca, tres horas después de las revelaciones judiciales.
El procurador Del Villar dijo que los análisis químicos de la orina de Bezares demostraron también rastros de consumo de cocaína.
El actor no se refirió explícitamente al tema.
"Convivía con él la mayor parte del tiempo (...) yo nunca ví una actitud extraña, nunca vi algo que pudiéramos decir que él consumiera" cocaína, declaró durante la misma entrevista Francisco Stanley, el hijo mayor y productor de los programas del asesinado animador y comediante.
Los informes oficiales revelaron también que entre las pertenencias de Stanley fue encontrada una credencial que le otorgó en mayo el área de seguridad de la secreraría de Gobernación (ministerio del Interior), certificando su condición de "servidor público".
Pero funcionarios de esa secretaría de Estado aclararon que se trataba de un documento que autorizaba al animador a portar armas permitidas por ley, aunque no especificaron si pertenecía o no a sus servicios de seguridad.
El procurador capitalino afirmó el martes que su trabajo "no era hacer conjeturas" en respuesta a preguntas planteadas durante una tumultuosa conferencia de prensa y que vincularon el hallazgo de cocaína con presuntos nexos de Stanley con el narcotráfico.
El periódico Reforma dijo el martes que fuentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y la policía judicial mexicana, equivalente a la FBI estadounidense, destacaron que el crimen de Stanley tenía las marcas de una típica venganza de los poderosos narcotraficantes de México.
El periódico atribuyó a fuentes de esos organismos la sospecha de que Stanley pudo tener contactos con Amado Carrillo Fuentes, el ex jefe del poderoso Cartel de Juárez asesinado en julio de 1997 por médicos que lo sometieron a una múltiple cirugía plástica.
La embajada de Estados Unidos en México dijo que no haría comentarios sobre la mención de la DEA en las publicaciones.
El diario El Universal, en tanto, aludió el miércoles a "autoridades conocedoras del caso" para ratificar que el animador televisivo mantuvo "vínculo directo" con Carrillo Fuentes, el más buscado e importante narcotraficante mexicano, conocido hasta su muerte como "el Señor de los cielos".
El Universal agregó que otras fuentes, que describió como "estratégicamente ubicadas en el combate contra las drogas", confirmaron presunciones de que Stanley "se desempeñaba como proveedor de droga entre adictos del mundo del espectáculo".
Los despojos mortales de Stanley fueron sepultados el martes en medio de masivas demostraciones de congoja popular.
Millares de personas, llorosas, se apostaron en calles y avenidas para gritar "Justicia" y "adios, Paco" durante el paso de un cortejo fúnebre motorizado que condujo los restos a un cementerio del sur capitalino.
En el panteón, una multitud estuvo a punto de provocar tumultos cuando el féretro con el cuerpo de "Paco" fue introducido a un mausoleo de la familia Stanley para una honra fúnebre a que tuvieron acceso contados parientes cercanos y amigos íntimos.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.