Rocío Sanz (1934-93), compositora costarricense radicada en México, escribió su obra
A la fecha de su muerte, en 1993, la cantata aún no se había estrenado. Afortunadamente, sus villancicos no corrieron la misma suerte ya que varios coros nacionales y de otras latitudes los han cantado.
La fecha, el lugar y la hora de entrega de los premios y la siguiente declaración completan el aviso: “La Junta Directiva agradece a todos los autores costarricenses su participación en el concurso, seguros de que su colaboración significa un paso adelante en el desarrollo de la música coral en Costa Rica”.
El jurado –conformado por Marco Dusi, Agustín Cullell y Julia Araya (1922-1986)– declaró que “la obra premiada lleva el título de
El jurado reconoció la calidad de las obras participantes y otorgó dos menciones honoríficas. Se consideró que así se estimularía la composición de villancicos y que el público disfrutaría un repertorio navideño costarricense en las futuras jornadas corales.
El 5 de diciembre,
Así supieron los lectores de ese día que la obra se estrenaría el lunes 13 de diciembre a las 8 de la noche en la inauguración de la Tercera Jornada Coral Navideña en los Jardines del Teatro Nacional.
A esa nota siguió un artículo en la página 4 de la sección B de
Según Graciela Moreno (1927-2003), directora del Teatro Nacional en ese entonces, seis compositores atendieron a la convocatoria.
Para Moreno, tal participación evidenciaba un genuino interés por la composición nacional, y le dio gran importancia al hecho de que el concurso hubiese traspasado las fronteras. En varias entrevistas enfatizó que tres de los participantes vivían fuera del país; entre ellos mencionó a Mario Alfaguell.
El portal del teatro, los adornos navideños y los coros se sumaban a la iluminación de las calles y al tradicional paseo por la avenida Central que la gente disfrutaba en cada diciembre.
El 13 de diciembre, la inauguración de la Tercera Jornada estuvo a cargo del Coro de la Orquesta Sinfónica Nacional. Bajo la dirección de Marco Dusi, el coro estrenó uno de los cinco villancicos que integraba la obra de Sanz.
En los siguientes días se presentaron grupos de diferentes instituciones: el Coral Julio Fonseca, dirigido por Álvaro Murillo; los coros del Conservatorio de Castella, acompañados por el director de la institución, Arnoldo Herrera (1923-1996) y dirigidos por Elena Villalobos, Zamira y Amelia Barquero; el Coro Infantil Iglesia de Fátima, dirigido por María Elena Jiménez; el Coro del Templo Bíblico, dirigido por Lucy Barquero; el Coro Navideño de Magdalena de Hidalgo, dirigido por Gonzalo Castellón, y el Coro de la Universidad de Costa Rica, dirigido por Bolívar Ureña.
El día 19 se cerró la Jornada Coral. La invitación del teatro decía: “Noche folclórica navideña” con la participación de Rafaela, Olegario Mena, Zoilo Peñaranda, Mincho, Hermanas Benavides y con la Marimba Diriá, dirigida por Urpiano Duarte.
En la tradición del villancico navideño del siglo XVII, quienes cantan son los pastores de Belén. En España y en América Latina, algunos textos imitaban los dialectos de la época. Sanz era una conocedora de esta tradición, y
En lo musical, Sanz captura lo pastoral del paisaje. Siguiendo la tradición, sus estribillos son rítmicos y vivos; y las coplas, melódicas y reflexivas. Unas veces, las voces cantan juntas el mismo texto e igual melodía; otras veces, cada voz sigue una melodía diferente. También se imitan unas a otras y se alternan entre ellas en forma responsorial. Cada uno de los cinco villancicos presenta varias de esas características; y, conforme con el texto, la música es rítmica o melódica, lenta o rápida.
Estos no fueron los únicos villancicos que Sanz compuso. Reuniendo información de varios catálogos, parece que existen dos o tres series, pero la información no es clara. Lo que sí es seguro es que el Archivo Histórico Musical de la UCR (según su catálogo del 2002) tiene el manuscrito de
Además, la Liga de Compositores de México publicó
Después del fallecimiento de la compositora en México,
Graciela Moreno la recordó diciendo: “Escribiste para mí villancicos de Navidad con la hermosa letra de otra mujer que tampoco encontró, en su tiempo, su verdadero sitio: sor Juana Inés de la Cruz, y, cada año, cuando los coros cantan el