480-420 a. C.
Su método de investigación histórica fue la encuesta y el reporterismo. Incluye multitud de relatos oídos, tradiciones y fábulas, junto a hechos objetivos y apreciaciones profundas y serias. Su visión de la Historia casi se reduce al retrato de personajes y el juicio moral sobre sus actos, encuadrándolos en la geografía que les fue propia, y en la situación política que les correspondió vivir.
Su Historia es de talante científico en la medida en que atribuye a las acciones humanas su plena libertad, sin referencia al determinismo mitológico de falsos dioses, y con ligera referencia a un orden universal. Aunque el ámbito de la obra se restrinje a hechos y pueblos determinados en espacio y tiempo, la visión de fondo es propia de una Historia Universal, pues advierte la trascendencia de las guerras médicas como enfrentamiento de dos mundos y dos culturas, admirando a ambas sin partidismos empequeñecedores. La constante y leve ironía de su lenguaje le permite objetividad. Su "Historia" no es solo un relato épico o una tragedia, sino también una amena obra científica. Según su biógrafo, Heródoto es el primer historiador que se preocupa de transmitir una serie de hechos humanos, preguntándose por sus causas.
Nació en Halicarnaso, ciudad doria de Asia Menor, en familia aristocrática y rica. Siendo niño, la familia, por razones políticas, tuvo que emigrar a Samos, donde –según la tradición– aprendió el dialecto jónico en el que redactó su obra. Viajó por Licia, Frigia, Lidia y Rodas. Establecido en Atenas después de 454, la permanencia en esta ciudad influenció poderosamente su espíritu. Fue amigo de Sófocles y admirador de Pericles y su política. Viajó por Tracia, Macedonia, las colonias griegas de Sicilia e Italia y llegó a Egipto (donde presencia la crecida del Nilo) y a Persia. No se sabe nada de sus últimos años, ni siquiera se conoce con certeza el lugar de su muerte, que puede ser Atenas o Thuril.