En la maternidad Croix des Bouquets, a pocos minutos del centro de Puerto Príncipe, están llegando a dar a luz hasta 30 mujeres cada día.
El destruido edificio no da para más, con pocas camas y escaso personal médico. Las parturientas viven su labor de parto entre bancas y acostadas en el piso, cobijadas bajo una nube de moscas.
La edad promedio de estas madres es de 20 años. Son haitianas que, al menos, llegan a la maternidad... Y es que por cada una de ellas, habrá muchas más que ni se acercan a los servicios de salud.
Terremoto, epidemia de cólera y explosión demográfica se han convertido en las tres grandes crisis humanitarias que están padeciendo los haitianos en estos momentos.
El sismo de enero mató a 300.000 personas (la mitad de las cuales eran niños), y destruyó el centro del país. El cólera hará lo suyo en centenares de campamentos insalubres, donde las posibilidades de contener la epidemia son casi nulas, a pesar de lo que digan las autoridades sanitarias haitianas.
Ahora, tras casi diez meses de la catástrofe natural y humana, han empezado a nacer los llamados “hijos del terremoto”.
La cantidad de nacimientos se ha triplicado desde enero, cuando se empezó a percibir un aumento del 4% en el número de alumbramientos. En octubre, ese porcentaje subió a 12%.
Especialistas del Fondo Mundial de Población (Unfpa, por sus siglas en inglés), consideran que este fenómeno es, en parte, normal. Tras una catástrofe, la población también busca sustituir las pérdidas humanas y preservar la especie.
Sin embargo, no es posible descartar que, en muchos casos, detrás de la concepción de estos niños hay situaciones de violencia contra la mujer, especialmente contra las menores.
Se sabe que en Haití la necesidad de alimento hace que muchas de sus mujeres ofrezcan sexo a cambio de algún bocado, y que las niñas –especialmente, las huérfanas– son vulnerables a ataques sexuales.
“El impacto de estos nacimientos es enorme en los servicios de salud. El reto es tratar de implementar los tratamientos obstétricos y ginecológicos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual”, dijo Igor Bosc, representante del Unfpa en Haití.
De 270.000 nacimientos al año, se pasará a más de 810.000, según las proyecciones demográficas. Son niños que empezarán a criarse en alguna de las miles de carpas plásticas que forran gran parte del centro de este país.
Actualmente, los organismos están montando campañas para repartir métodos contraceptivos y contener este crecimiento de embarazos.