Ante la constatación de que el “Himno Patriótico al 15 de Setiembre”, que se canta para las fiestas de nuestra Independencia, contiene abundante lenguaje discriminatorio —mucho más que el Himno Nacional—, un panel de expertos y expertas hizo en días recientes un concienzudo análisis de la letra de dicho himno, con el fin de presentar una propuesta formal para su modificación. La propuesta se hará conjuntamente a la Sala Constitucional, al Ministerio de Cultura, al Ministerio de Educación y a la Academia Costarricense de la Lengua. Es de suponer que la Sala IV aceptará de inmediato la propuesta y ordenará a las demás entidades adoptarla sin dilación.
Las revisoras y revisores fueron tres, y trabajaron individualmente pero en orden sucesivo. El primer revisor o revisora hizo la mayoría de los cambios y adiciones que implicaban cuestiones de género y de vocablos que, por haber cambiado de sentido con el tiempo o por alguna otra razón, no eran políticamente correctos. Esos cambios se indican a continuación del siguiente modo: las palabras que se propone eliminar se escriben entre corchetes angulares < >, y las palabras que se propone insertar se escriben subrayadas.
La segunda revisora o revisor hizo principalmente algunos comentarios en forma de pregunta, que se consignan en el texto en
El panel de revisión está consciente de que los cambios propuestos implicarán leves ajustes en la melodía del himno, pero abriga la convicción de que serán altamente beneficiosos para fomentar los auténticos valores sociales. A continuación se da el texto del himno. Lo aportado por los revisores y revisoras se indica según se explicó.
¡Los hijos y las hijas del pueblo levanten la frente
al sol refulgente (1) de la libertad!
Sepamos ser libres, no siervos menguados ni siervas menguadas
derechos sagrados la patria (2) nos da.
Sí, cantemos el himno sonoro
a la patria, al derecho y al bien;
y del pueblo los hijos y las hijas en coro (3)
de la ley juren ser el
Nuestro brazo nervudo y pujante (4)
contra el déspota e inicuo opresor y la déspota e inicua opresora,
a los y las viles esbirros y esbirras
que prefieren el ocio al honor.
Las cadenas rompió del pasado
la que fuera pacífica grey
y los y las libres su vida han sellado
con su sangre (5) por patria y por ley.
Solo es hombre o mujer el o la que tiene derechos,
no el o la que vive en la torpe abyección
y baluarte serán nuestros corazones
contra el yugo de inicua opresión.
nunca incline en la empresa tenaz;
de la patria la noble bandera
no dejemos plegarse jamás.
Suelta al viento flamee ondulante
cual celaje de espléndido tul
¡tumba (6) sea del eficiente empleado público y de la eficiente empleada pública
el pendón blanco, rojo y azul!
Notas del(a) revisor(a) 3:
(1) “Sol refulgente”: Cuando se compuso este himno no se conocía el grave perjuicio que causan los rayos ultravioleta. Cantarlo así puede inducir a muchas niñas y niños a exponerse indebidamente al sol, e incluso a mirarlo directamente. Cambiar por algo que diga que la libertad es luminosa pero sin emitir radiaciones dañinas.
(2) “Patria”: El concepto de “patria” (frecuente en este himno) debería reconsiderarse. En efecto, su etimología obedece a un paradigma patriarcal (predominio de la figura del padre); por eso se recomienda equilibrarlo con el nuevo concepto de “matria”. Sin embargo, algunas personas alegan que “patria” no debería ser un sustantivo femenino, sino que debería decirse “el patrio”. Quizás la mejor solución será el uso de “el patrio / la matria”.
(3) “Coro”: Esta palabra discrimina a los cantautores individuales. Hay que introducir una expresión equilibrada que abarque ambas categorías artísticas.
(4) “Brazo nervudo y pujante”: Aparte de las desagradables connotaciones digestivas del último adjetivo, la expresión como tal presenta dos problemas: (a) Parece referirse únicamente a los varones, ya que las mujeres rara vez tienen brazos nervudos. (b) Discrimina a aquellas personas con capacidades diferenciadas que no tienen brazos, o que si los tienen carecen de fuerza muscular en ellos. Convendría sustituir por algo como “nuestro esfuerzo conjunto y constante”, que mantiene la rima.
(5) “Sellado con su sangre”: Esta expresión alude a actos de sacrificio humano cruento que son totalmente ajenos a nuestra cultura actual, además de sus connotaciones de violencia. Podría inducir a ciertas personas con trastornos psicológicos vampirescos a poner en práctica sus tendencias. Discrimina a las personas con tendencia a altas concentraciones de azúcar en la sangre, para quienes el control sanguíneo puede convertirse en un trauma. Por último, discrimina a los Testigos de Jehová que no aceptan que se les extraiga sangre.
(6) El vocablo “tumba” debería reconsiderarse en este contexto, pues fomenta la obsesión por la muerte y las tendencias asesinas de algunos niños y niñas, o las tendencias suicidas de otros y otras. Puesto que la intención del autor o autora era decir que la bandera nacional sería como un monumento o trofeo para “el bravo soldado” (ver nota siguiente), debería sustituirse por una expresión que así lo indique.
(7) “El bravo soldado”: El/la respetable revisor(a) 2 ha sustituido acertadamente esta expresión por “el eficiente empleado público y la eficiente empleada pública”, por sus alusiones al militarismo. (Se podría alegar además que el concepto de “empleado”/“empleada” es degradante porque sugiere una relación laboral servil, y que sería mejor usar “colaborador” / “colaboradora”.) Pero el principal punto es lo del militarismo: opino que esa mentalidad militarista no solo se refleja en esta expresión, sino en toda la música del himno, con su aire marcial. La música debería reinventarse totalmente y darle un ritmo más idóneo y compatible con nuestra cultura, por ejemplo el del