Tras permanecer casi medio año en prisión, el empresario italiano Luigi Antonio Ardino será extraditado hoy -a las 8 a.m.- a Italia, donde lo requieren por presuntos delitos fiscales.
El europeo, de 60 años de edad, quien ocupó entre 1990 y 1993 el cargo de agregado económico honorario de la Embajada costarricense en Bélgica, enfrenta cargos por "asociación criminal".
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Ardino permanecía anoche en la Unidad de Admisión de San Sebastián, al sur de la capital. Se mostraba tranquilo y preparado para retornar a su país de origen, aseguraron voceros del Ministerio de Justicia.
Varios agentes judiciales italianos -no fue posible precisar cuántos- debían arribar anoche a San José para escoltar al sospechoso, cuya salida del penal, hacia el aeropuerto Juan Santamaría, estaba prevista para las 6:30 a.m. de hoy.
La detención de Ardino, hecha por oficiales del OIJ el 24 de octubre de 1995, causó gran polémica en diversos sectores del país debido a sus vinculaciones con personajes de la diplomacia nacional. Sobre todo, con el embajador de Costa Rica en Italia, Rubén Hernández Valle, y el embajador alterno ante las Naciones Unidas, José Manuel Gutiérrez.
Incluso, luego de varias indagaciones, el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Naranjo, impuso una amonestación severa, por escrito, a Hernández Valle, quien firmó una carta -cuando ya había sido designado como embajador- dando fe sobre un certificado de antecedentes de Ardino.
Gutiérrez fue exonerado del caso.
Los cargos
En el expediente que tramita el Juzgado de Instrucción del tribunal de Ancona, Italia -desde el 16 de febrero de 1994-, se califica a Ardino como supuesto "director y promotor de una serie indeterminada de delitos".
Tales anomalías fueron cometidas, reza dicho documento, con la conformación de varias sociedades de asesoría supuestamente ficticias en Gran Bretaña, con las cuales emitían facturas por operaciones inexistentes.
Sin embargo, Ardino se ha declarado reiteradamente inocente y atribuye los cargos a presiones hechas por uno de sus clientes, Sergio Schiavini, de quien dice que "es muy amigo" de un político de su país (Arnoldo Forlani) "y por ello se desató el escándalo".
Schiavini fue capturado en marzo de 1994 en la ciudad italiana de Ancona y desde entonces lo vinculan con una poderosa red que conformó para defraudar al fisco.