Alejandra Villasmil
Nueva York, 22 jun (EFE).- "Invierno en Bagdad", un documental del peruano Javier Corcuera, ha sido una de las más celebradas presentaciones en el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos que se clausura hoy en Nueva York.
Filmada en el invierno del 2004, el documental se trata de una mirada cruda y sobrecogedora del impacto del conflicto en la población civil, ya que en la cinta son en su mayoría los niños y adolescentes quienes narran sus experiencias como víctimas.
"Me propuse hacer una película sobre la guerra en Irak en la que tuviera peso la mirada de los niños, porque aparte de ser víctimas directas son la generación que va a tener que reconstruir un país en ruinas", dijo a Efe el realizador, que desde 1986 vive en Madrid.
El filme incluye entrevistas con una profesora de preescolar que ha perdido a sus hijas -a las que ve reflejadas en los ojos de sus aterrorizados alumnos- y con los padres de hijos que sufrieron heridas severas como producto de los ataques.
El realizador y su equipo de producción también conversaron con los médicos que atendieron a los heridos y fallecidos en los hospitales y la morgue de Bagdad, experiencias que, dice Corcuera, no olvidarán nunca.
El estado de miedo cotidiano por la ocupación estadounidense y la ansiedad ante un futuro incierto que viven la población iraquí se conocen a través de las historias de cuatro adolescentes que tuvieron que dejar de estudiar para trabajar y poder sobrevivir.
"Ellos nos hicieron ver, oír, sentir el significado de la guerra. Porque esta no es una película sobre la guerra en Irak solamente, es una película sobre cualquier guerra, sobre quienes la viven, la sufren y mueren, que es la población civil", apuntó Corcuera, autor de una decena de documentales.
El cineasta señala que lo que más le impresionó de Bagdad es su alto nivel de tensión, además de la enorme capacidad de reflexión que tienen los niños respecto a la guerra y sus consecuencias.
"Cuando llegué a Bagdad, donde filmamos por dos meses, me encontré con una población civil muy golpeada, con un nivel de desesperación y estrés tremendo, pero a la vez muy cariñosa y receptiva", indicó.
El documental, duro y comprometido, ha sido premiado en varios festivales, entre ellos los de Málaga, Los Angeles y Montevideo, y se estrenará en las salas de Perú en agosto próximo.
Su estreno en España fue a través de la Televisión Española, dentro un programa especial que incluyó una ronda de entrevistas con periodistas y políticos.
Para el cineasta es muy importante que el documental se exhiba y distribuya en Estados Unidos, ya que sus protagonistas "lo hicieron pensando en que lo vería la población civil estadounidense".
"Es un compromiso que tengo con ellos. Esta película me afecta constantemente, porque la guerra continúa y las personas con las que trabajamos se encuentran en una situación desesperada. Cada día que pasa es, para mi, un recordatorio", aseguró.
Corcuera dice que el cine, como otras artes, sirve para formar opinión, y que hay películas que tienen la capacidad de cambiar el punto de vista de las personas o permiten acercarse por un momento a una realidad desconocida.
Por ello, considera importante que se vea la película en Estados Unidos, un país que, dice, no ha visto la guerra con tanta crudeza.
"Cuando la he proyectado aquí, he visto que a los estadounidenses les sorprende ver de cerca a la población iraquí, ver a la ama de casa, a la maestra. Eso les llama la atención. Algunos ni habían visto heridos o imágenes de los bombardeos", dijo. EFE
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