Antes de la muerte del prodigioso guitarrista Jimi Hendrix, en 1970, el músico se había asociado al legendario trompetista Miles Davis para trabajar en conjunto un álbum colaborativo en el que también participaría el baterista pionero del jazz Tony Williams.
En medio de esos planes, el 21 de octubre de 1969, Hendrix, Davis y Williams le enviaron un telegrama a Paul McCartney, de los Beatles, con la esperanza de que el músico británico se les uniera en las sesiones de grabación en el estado de New York, en EE.UU.
Con todo y errores ortográficos, el telegrama –publicado esta semana por The Associated Press – rezaba: “Estamos grabando un LP juntos este fin de semana en Nueva York. Te gustaría venir a tocar el bajo, llama a Alvan Douglas 212-5812212. Paz Jimi Hendrix Miles Davis Tony Williams” [sic].
Permanece sin respuesta el hecho de qué tan al tanto estuviera McCartney de esta invitación en ese momento (y qué tan factible hubiera sido que se concretara esa congregación de artistas, dadas las problemáticas que se vivían a lo interno de los Beatles), pero se sabe que su vocero respondió la invitación diciendo que el músico británico estaría de vacaciones con su familia durante esas próximas dos semanas.
Luego, Hendrix falleció y ninguno de los planes se concretó, pero con la llegada del telegrama original a la sede en Praga de la cadena de restaurantes Hard Rock Café, siempre cabe preguntarse y dejar volar la imaginación: ¿cómo hubiera sonado un disco hecho entre tantos genios?