Derrotar el cáncer es una guerra y Steve Quirós Barrantes es un estratega que se introduce en el centro de operaciones del enemigo: las células.
Desde la sección de Toxicología de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR), Quirós estudia cómo funcionan los mecanismos de muerte celular a partir de la quimioterapia y cómo estos se pueden modular para aumentar su efectividad.
Gracias a esta investigación, Quirós fue galardonado ayer con el Premio Nacional de Ciencia, conocido como Clodomiro Picado Twight 2012, el cual es otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) y el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).
“Este estudio constituye una contribución significativa para entender el daño al material genético de las células cancerosas por medio de agentes quimioterapéuticos y por lo tanto tiene implicaciones en el tratamiento del cáncer”, se lee en el acta del jurado.
Por otra parte, en la categoría de Tecnología, el Micitt y MCJ reconocieron a la microbióloga y bióloga molecular, Sindy Chaves Noguera, y al químico, Sergio Madrigal Carballo.
Los tres recibirán una estatuilla, un pergamino y una retribución económica de aproximadamente ¢5 millones correspondiente a cada categoría.
La ceremonia de premiación se realizará en mayo.
En líneas enemigas. Aunque se reconocía su eficacia como tratamiento contra el cáncer, no se conocía a cabalidad el cómo la quimioterapia causaba la muerte de las células cancerosas y eso fue lo que Quirós quiso averiguar.
Aunque existen muchos tipos de quimioterapia, el científico trabajó con agentes metilantes SN1 que se utilizan para tratar cáncer de cerebro, piel y páncreas.
Lo primero era averiguar cómo funcionan esos agentes metilantes para eliminar células cancerosas.
“La quimioterapia lo que busca es atacar procesos que son básicos para la célula y constituyen sus puntos débiles”, dijo Quirós. En este caso, ese punto débil está dado en la división celular.
Para generar más células, las existentes deben duplicarse (incluso en su ADN) y dividirse.
“La sustancia que estoy utilizando lo que hace es producir una lesión en el ADN”, explicó Quirós, quien agregó: “Cuando esta célula vuelve a duplicarse, provoca una lesión más difícil de manejar que no es compatible con el proceso de duplicación, lo que provoca una ruptura del ADN y eso es lo que genera la muerte celular”.
Sin embargo, las células poseen mecanismos para defenderse. “Cuando supimos que eso era así, lo que hicimos fue debilitar esos mecanismos de corrección para que la quimioterapia fuera más eficiente”, manifestó Quirós.
Esos “ajustes” en los mecanismo de respuesta de la célula harían que las quimioterapias actúen más rápido y sean más eficaces.
“A la fecha, las diferentes quimioterapias solo funcionan parcialmente. Tal vez podríamos esperar que con esto se alargue un poco más el tiempo de vida de los pacientes”, comentó el microbiólogo.
En una tercera etapa, el investigador trata de entender y modular este mecanismo que es común en varios quimioterapéuticos.
Aún los estudios se están realizando in vitro y falta un largo camino para que eso llegue a los pacientes, pero ya se dio el primer paso.
“Estamos investigando con la esperanza de que, algún día, todo esto se traduzca en beneficios para los pacientes”, dijo Quirós.