La Habana. Fidel Castro y Kevin Costner se encontraron en la noche del lunes para ver juntos la película Trece días y comparar la versión de Hollywood de la "crisis de los misiles" con la vivencia personal del presidente cubano sobre este dramático episodio de 1962.
Costner acababa de llegar a su hotel en La Habana en la tarde del lunes cuando recibió una invitación para asistir en el Palacio de la Revolución a una presentación especial de la película ante Castro y toda la alta jerarquía cubana.
El encuentro de siete horas (con cena incluida) se prolongó hasta las 2 a. m.
"No debería hablar por el presidente, pero respondió a la película muy favorablemente y tuvimos una discusión muy interesante después", dijo a Reuters el portavoz de Costner, Stephen Rivers.
En La Habana
El famoso actor dedicó el martes a descansar y pasear por La Habana, según medios locales.
"Muchos aseguran que anda ahora de incógnito por La Habana y que le interesa presenciar un partido de beisbol o, acaso como Hemingway, irse de pesquería", dijo la agencia estatal Prensa Latina.
Además de Costner, al encuentro con Castro acudieron los otros dos productores de la película, Armyan Bernstein y Peter Almond. Entre los invitados cubanos estaban el canciller Felipe Pérez Roque y el presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón.
"Fue una conversación muy interesante y animada", dijo Rivers.
Tanto el actual presidente norteamericano George Bush, como su antecesor, Bill Clinton, han visto ya esta película, que ha sido criticada por exagerar el papel del asistente del presidente Kennedy, Kenneth ODonnell, interpretado por Costner.
Peligro inminente
Algunos aseguran que la crisis puso al mundo al borde de la tercera Guerra Mundial, y finalizó cuando Moscú accedió a retirar los misiles de la isla, en un trato con Washington que molestó a Castro porque sintió que no se le había tenido en cuenta.
La película fue proyectada el martes en otra función más reducida en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, antes de su estreno el miércoles, y no recibió buenas críticas en los medios cubanos.
"Calificada por algunos expertos como la visión norteamericana de este suceso histórico, los norteamericanos vuelven a quedar como los salvadores del mundo, mientras Cuba aparece en el filme, según algunos críticos, como mero decorado en una historia edulcorada, al puro estilo hollywoodense", dijo Prensa Latina.
"Con más diálogos que acción, la cinta tiende a adormecer al espectador atiborrado de información en su butaca", añadió la agencia estatal.
Rivers destacó que, antes de proyectar la película, la delegación norteamericana explicó a Castro que la cinta representaba "una perspectiva de la crisis" y que animaron a los cubanos a hacer su propia versión.
La presencia en la isla de la estrella de Hollywood, quien llegó en su avión privado procedente de Los Ángeles, fue recogida en portada por el diario del gobernante Partido Comunista, Granma. .