Alcanzó celebridad por sus estudios acerca del período de fecundidad de la mujer dentro del ciclo menstrual; y de acuerdo con esta investigación, estableció una forma natural para evitar los embarazos.
Partiendo del hecho de que el óvulo tiene una vida efímera (de 6 a 20 horas, según Hoyssay) y que la duración del poder fecundante del espermatozoide solo se mantiene entre 30 y 40 horas (también según Hoyssay), determinó el período probable en que no puede realizarse la fecundación . En su opinión, la mujer solo es fecundable entre los días 18 y 12 anteriores a la siguiente menstruación, ya que solo en ese período puede haber en el oviducto un óvulo dispuesto para ser fecundado.
Simultáneamente a sus investigaciones, el médico austríaco Hermann Knaus llegó a las mismas conclusiones; y así, entre ambos, confeccionaron el llamado método de Ogino-Knaus para la limitación voluntaria de la natalidad.
Nació en Tojohaschi, Japón. Después de haberse graduado de médico, se especializó en ginecología y, en el laboratorio de la Clínica Ginecológica de Niigata inició investigaciones sobre la fecundidad humana. Fue uno de los primeros científicos que se interesó en estudiar a profundidad las oscilaciones que normalmente se producen en el curso supuestamente regular de la menstruación.
En procura de una mayor precisión, verificó los cálculos , no por semanas como usualmente se hacía, sino por días, y sus primeras publicaciones sobre el tema -que le otorgaron inmediata celebridad pero que también provocaron hondas polémicas- tuvieron lugar en 1923. Durante los siguientes cinco años continuó dando a conocer al mundo científico el resultado de los estudios.
La refundición de sus estudios con los de Knaus permitió establecer el método Ogino-Knaus que, por no recurrir a ningún procedimiento antinatural y basarse únicamente en la correcta determinación de los llamados días fecundos, fue aceptado por la Iglesia Católica. A pesar de que no es infalible -debido a las muy frecuentes irregularidades del ciclo menstrual- significó en su momento un valioso aporte científico de carácter social. El método fue perfeccionado en los años siguientes con ayuda de la termometría basal, que reduce en un porcentaje considerable las lagunas del sistema.
Ogino había basado su método en 557 ensayos experimentales, y en forma hipotética fijó el término de la ovulación ; posteriormente pudo investigar directamente en el ovario y comprobar prácticamente lo que había establecido a priori. Falleció en Niigata.