México. La ceremonia fúnebre por la gran diva del cine mexicano, María Félix, se vio empañada por el comienzo de la disputa por la herencia de la artista, aunque en su testamento, según el abogado Javier Mondragón, su legado sería para el pueblo mexicano.
El lunes pasado, pocas horas después de la muerte de la actriz y cuando su restos todavía eran velados en el Palacio de Bellas Artes, su sobrino Carlos Félix, hijo de Bernardo Félix Güereña, hermano de la artista, afirmó que ya había comenzado la disputa por la herencia.
Carlos Félix acusó a algunos parientes y a sus empleados de mantener alejada a su tía de parte de la familia. "En México jamás la pudimos ver porque todos ellos no se alejaban de ella", comentó el pariente.
"En París, no tuvimos problema, allí la veíamos cada dos años", afirmó el sobrino a los periodistas que se encontraban en el velatorio.
Detalló que cada vez que viajaban a esa ciudad europea su tía se ponía "muy contenta", salían de paseo, a comer y fumar puros.
Carlos Félix recordó que su tía decía que ellos eran "los sobrinos menos interesados en cortar el pastel".
Afirmó que a toda la gente que logra hacer una fortuna le pasa eso a su alrededor. "Eso no es nada en comparación a lo que se viene por todo lo que ella dejó", aseguró.
El testamento
Javier Mondragón señaló que María Félix había dejado un testamento y que su legado sería para el pueblo mexicano.
Aunque no quiso dar nombres de los parientes que la mantuvieron alejada del resto de la familia, el sobrino de la actriz denunció en forma clara que "la gente que trabajaba con ella" la tenía prácticamente prisionera.
Señaló que los miembros de la rama de su familia no piensan inmiscuirse en los problemas de la herencia.
"Nunca hemos tenido intención de acomodarnos como familia", dijo.
El sobrino de la diva señaló que ella tenía planeado viajar a París después de su cumpleaños, ya que pasaba la mitad del año en México, en su casa de la capital o en Cuernavaca, y la otra mitad en la capital europea.
La despedida
Los restos de la actriz, la primera gran diva mexicana, fueron velados en el vestíbulo del palacio de Bellas Artes, a donde se han acercado familiares, artistas, personalidades y miles de admiradores con flores blancas y rojas para darle su último adiós a La Doña , como se le conocía en México.
El presidente Vicente Fox con su esposa, Marta Sahagún, acudieron al lugar para dar las condolencias.
En ese recinto, mariachis entonaron las tradicionales Mañanitas , que en México se canta a los que celebran su cumpleaños. Precisamente, el día de su muerte la diva cumplía 88 años. Durante el velorio se repitió intermitentemente María Bonita , el inmortal bolero que le escribió Agustín Lara, uno de sus tantos amores.
El féretro con los restos de la actriz permaneció en Bellas Artes hasta ayer, cuando se trasladó al Panteón Francés, donde recibió sepultura junto a los restos de su hijo Enrique.