Dice la sabiduría popular: "Ladrón que roba a ladrón, tiene 100 años de perdón"; pero esto no es tan cierto en la película La estafa maestra (2003), dirigida por F. Gary Gray, también director de la cinta Un hombre diferente (2003), que se estrena mañana.
Ustedes verán en La estafa maestra cómo una pandilla, dirigida por un saqueador muy astuto llamado Charlie, comete un fino robo de lingotes de oro en la Venecia de los arrumacos amorosos (con secuencias muy buenas por los canales de esa ciudad italiana).
La teoría de esa pandilla es que unos roban para enriquecer sus vidas y otros lo hacen para definir sus destinos. Luego, entre esas especulaciones teóricas sobre la golfería y la rapiña, nuestra pandilla es traicionada por uno de sus miembros: Steve.
Lo que sucede con Steve es que él no tendrá los 100 años de perdón, sino que los pandilleros se aprestan para la venganza y para recuperar el botín. Nuevo robo, ahora en Filadelfia, en los Estados Unidos, con la seductora ayuda de una chica rapaz llamada Stella.
Por ahí, el filme resulta bastante entretenido, pieza bien lograda de cine de acción con humor placentero, que le mete al espectador un buen ánimo con el duelo entre ladrones afables (¡así!) y ladrones malos. Lo único es que los asaltos que cometen estos pillos son tan costosos y sofisticados, tanto, que es necesario ser millonarios para cometerlos.
Esta película es refrito de una cinta de 1969, dirigida por Peter Collinson y con el actor Michael Caine, con el mismo título en inglés: The Italian Job. Esta vez tenemos las actuaciones de Mark Wahlberg (poco convincente, como Charlie), de Edward Norton (siempre buen actor, como Steve) y de Charlize Theron (plácida y atractiva, como Stella).
Además, ustedes disfrutarán de una persecución tensa y refinada por la presencia de tres "mini-Coopers" en una ciudad atascada por el tráfico. Sensacional.