La estadounidense Britney Spears mostró el sábado en el festival Rock en Río Lisboa el espectáculo de su gira Onyx Hotel , pero defraudó por su poca espontaneidad a un público compuesto mayoritariamente por adolescentes.
Una actuación de poco más de una hora, con un tiempo exacto en el que cantó 14 temas y exhibió siete vestidos, dejaron a unos 60.000 espectadores, en su mayoría quinceañeros, con una sensación de falta de naturalidad y de poca comunicación desde el escenario por parte de la cantante.
Mal inicio
Por si era poco, desde el tema de apertura, Toxic , comenzaron a notarse fallos de sonido, repetidos en otros momentos del concierto, considerado el momento culminante de la quinta y penúltima jornada del Rock en Río Lisboa .
Pero el mayor desagrado para miles de adolescentes portugueses y también llegados de otros países, sobre todo de España, fue el final de la actuación, en la que la cantante ni siquiera se despidió de los asistentes, que abandonaron en masa la llamada Ciudad del Rock.
Antes de ello, ateniéndose a un rígido guion y sin concesiones a la espontaneidad, en su primera actuación en Lisboa, Spears más pareció que estuviese transmitiendo a las pantallas gigantes repartidas por el terreno un videoclip.
El portugués Nuno Norte abrió la ronda de actuaciones, en la que el mayor éxito lo cosecharon las componentes del trío británico Sugababes y el remate de los conciertos lo pusieron el cuarteto estadounidense Black Eyed Peas y la brasileña Daniela Mercury.
A las cinco primeras jornadas del festival han asistido cerca de 300.000 personas, para ver actuar a artistas de la talla de Peter Gabriel, Paul McCartney, Ben Harper, Foo Fighters, Evanescence, Incubus, Metallica, Slipknot, Sepultura y el músico y ministro de Cultura de Brasil, Gilberto Gil.
Ayer pasarían por el escenario Sting, Alicia Keys, la brasileña Ivette Sangalo y el español Alejandro Sanz, en la jornada de clausura de la presente edición del Rock en Río , aunque se espera un anuncio de que la siguiente, en el 2007, se realizará, en simultáneo, en Lisboa, Río de Janeiro y la nueva sede, en Sydney.