Gabriela Prado no es una modelo común: señora de tres décadas, sobrevive profesionalmente en un mundo de gente casi adolescente.
Ahora se encuentra ante lo que puede ser la oportunidad de su vida: abrirse camino en México. Sobre el particular conversó con Viva:
¿Cuál es la oportunidad que se le ha presentado en México?
-Asistí a una convención de modelos que se realizó en México. Cuando llegué, me enteré de que no había categoría de fotografía, el área en la que me desempeño, ni de edad entre 28 y 40 años. Tuve que hacer pasarela, que para nada es mi campo, y todas las muchachas tenían entre 18 y 20 años. Pero bueno, competí y varios buscadores de talentos de México que estaban en el jurado se mostraron interesados en hablar sobre trabajo.
No tengo ningún contrato, pero sí resulté una de tres escogidas para hacer pruebas en Televisa y estoy en contacto con representantes de esa empresa. Yo ni sabía que habría allí gente de televisión, que, en realidad, lo que valoraron fue mi proyección, porque yo de pasarela no sé nada.
¿En qué consiste la prueba que debe enviar a Televisa?
-Lo que me dijeron es que necesitan oírme cantar, actuar y bailar para determinar el potencial que tengo y que se pueda pulir. En realidad ellos ven qué podrían crear en mí. Creo que mi fuerza es actoral, aunque en Nicaragua participé en festivales de la canción con buenos logros.
Estoy haciendo el vídeo con alguien que conoce mucho de ese campo y lo enviaré esta semana con Gustavo Rojas (el actor de El Barrio), quien está trabajando allá.
Entonces, ¿usted canta?
-Sí, obviamente debo tomar clases, pero no lo hago mal. Aquí no me incliné por ese campo porque si el modelaje es difícil el canto más. Siempre me dicen que tengo cara de merenguera.
¿Por qué si estudió actuación no se dedicó a ese campo?
-Creo que en este país hay excelentes actores pero me parece que de ahí no pasan, tocan techo. Siempre he querido una oportunidad en el extranjero, pero para llegar a eso he querido hacer nombre con el modelaje.
¿Qué expectativas tiene?
-El campo está abierto. Yo prefiero la animación de televisión, pero lo que salga es ganancia. Cuesta mucho que las puertas de México se abran. Me gustaría un contrato con Televisa y otro con alguna agencia de modelaje para poder estabilizarme. Lo que he dejado claro es que no me mudaré a menos que sea indispensable. Además, tendré que empezar desde abajo y no creo que un salario sea suficiente para vivir allá con mis hijos.
¿Cuáles son las armas que utilizará para aprovechar esta oportunidad?
-Preparación e insistencia. En Televisa tienen gavetas llenas de currículos de gente que se sentó a esperar a que la llamen. Estoy clara de que puedo dar mucho de mí, prepararme, estudiar actuación y canto y acomodarme a lo que ellos me sugieran. Vale la pena insistir.
¿Vive usted del modelaje?
-Cuando empecé a modelar me aseguré de tener estabilidad económica, tener mi casa propia, mi carro y algún dinero en el banco por aquello de los imprevistos. He sido afortunada y el modelaje me ha dejado ganancias, quizás no para vivir en forma muy solvente, pero para eso ya había puesto cimientos antes.
Tuve un gimnasio y un salón de belleza por años, pero los vendí porque no podía con todo. Ahora me dedico a la locución y animación de fiestas, al modelaje de fotografía. Lancé mi calendario de invierno y preparo uno para el próximo año. Además soy comerciante. Viajo a Panamá a traer mercadería para vender. Soy buena para eso.