La mampostería confinada es la pared de bloque de concreto o ladrillo, que se encuentra rodeada por la placa corrida abajo, en los cimientos, las columnas en las laterales y la viga en la parte superior, de manera tal que los bloques solo sirven de cerramiento y no como un elemento estructural.
Esto se debe a que el bloque, al ser de concreto o arcilla, solo sirve a los esfuerzos de compresión, es decir, son autosoportantes, pero no funcionan a los esfuerzos de tensión y torsión provocados por un sismo.
Así las cosas, se requiere también colocar una malla de acero al interior de estas paredes, la cual se encuentra amarrada a los elementos estructurales de hormigón armado, (cimientos, columnas y vigas).
Bien hecho
Antes de chorrear el cimiento, se colocan una serie de varillas verticales amarradas a la armadura de este, para luego introducir el bloque y rellenarlo con mezcla, conformando un elemento estructural de poca resistencia, pero que ayuda a distribuir los esfuerzos producidos por el peso.
En este sentido, la mezcla no debe de llenar completamente el bloque, sino solo hasta la mitad del mismo, de manera tal que se conformen dados de concreto que finalmente amarran a la pared.
También es recomendable no doblar la varilla para colocar el bloque, porque el acero pierde resistencia, así como siempre hay que dejar que la varilla vertical sobrepase la altura de la pared, para que de esta forma pueda ser amarrada con la viga de entrepiso o corona, con lo cual se termina por configurar en un solo elemento estructural.
Si las celdas se rellenan hasta el borde del bloque, se conforman elementos independientes que se revientan por la dilatación del material, y cuando se repella se pueden observar una líneas horizontal a través de las paredes, las cuales nunca se podrán reparar a pesar de las pastas o aditivos.
Además de la varilla vertical, se coloca una varilla horizontal cada dos hiladas de bloque, la cual se amarra a todos los elementos verticales de las estructuras, que son las columnas de hormigón armado y las columnas de bloques, llamadas también mochetas.
La varilla vertical se coloca cada 80 ó 60 cm, dependiendo de la tensión estructural. En el caso de los muros de carga, todas las celdas se rellenan y tienen varilla vertical, al tiempo que cada hilera también tiene una varilla horizontal.
En particular
El ancho del bloque de concreto depende de su funcionamiento estructural. Por ejemplo, para casas de dos pisos se recomienda utilizar bloques de 15 cm en la pared del primer piso y bloques de 12 cm en el segundo.
Actualmente existen bloques de 12, 15 y 20 cm de ancho. Sin embargo, la altura y el largo no varían. La altura del bloque es de 20 cm y el largo es de 40 cm.
Esto significa que cuando se diseña con mampostería, lo mejor es modular el espacio a estas medidas, con lo cual no se desperdicia tanto material.
Así mismo, las columnas y vigas de concreto también deben de modular sus dimensiones al material utilizado como cerramiento.
Cuando se inicie la instalación del bloque, se debe de revisar constantemente el plomo y el nivel, a fin de que la pared quede recta, utilizando yuguetas y codales como auxiliares. La cuerda tensada en las yuguetas sirve para que la sisa no se pierda. La cantidad de mezcla y el ancho de la misma no debe ser superior a un centímetro.
Es recomendable también, verificar el nivel de piso terminado y la profundidad entre la zanja y este nivel para lograr la altura correcta de la pared.
Al final
Las columnas y las vigas de concreto, cuando quedan dentro de una pared, se chorrean de último para aminorar el costo de la formaleta.
La superficie de la pared de bloques se deben de humedecer antes de repellar. A este proceso se le llama emborrachar la pared.
Antes de colocar el repello, se colocan unos tacos que determinan el relleno de repello a utilizar, que no debe ser mayor a 2,5 cm. Si la pared se encuentra desplomada, se tomará como base de relleno, la cifra superior, aminorándose el relleno hacia la cifra inferior.
Los desplomes también pueden ser producto de los codales torcidos, mala instalación o de que las formaletas de los elementos de hormigón armado, se hayan abierto o torcido durante el proceso de chorreo.
Se recomienda en todo momento mojar el repello. Si es superior a 2,5 cm, se debe de colocar una malla de contención para que el repello no se suelte, así como utilizar aditivos para el amarre.
El repello, siempre tenderá a reventarse, ya sea por dilatación del material, por la diferencia de resistencia estructural entre los elementos, por contaminación del material, por exceso de agua, por cambios bruscos de temperatura; en fin existen muchas variables.