Su cara, como siempre inexpresiva, no podía ocultar ayer la satisfacción de tener a su equipo en la final. Jorge Mario Olguín, el arquitecto de la hazaña morada, no pidió flores para él, pero las reclamó para sus jugadores.
"Estoy satisfecho porque el equipo llegó hoy (ayer) a la final. Superamos grandes escollos, tuvimos muchos tropiezos, pero aquí los héroes son los muchachos, que, con sacrificio y disciplina, llegaron hasta donde están", dijo en el vestidor saprissista, donde las caras de alegría eran norma.
El argentino negó que su plantel llegara al Alejandro Morera a encerrarse atrás. "Nuestra idea fue dejar que Alajuelense se desgastara y en lo que pusimos más énfasis fue en impedir que llegaran por los costados", explicó.
Olguín afirmó que tomó a un cuadro desmotivado, con un grupo escaso de jugadores --lo que le impedía realizar variantes-- y con serios problemas internos.
"Logramos unir al equipo para lograr objetivos concretos. Pasamos la cuadrangular, luego sacamos a Cartaginés y ahora forzamos la final.
"No puedo asegurar que nos quedemos con el título, pero sí que hemos hecho un gran esfuerzo para llegar hasta donde estamos".
Táctica
Para Olguín, ayer ganó la táctica pues los manudos creyeron que Saprissa llegaría a defenderse y no fue así. "Nosotros no vinimos a especular con la ventaja lograda en el Saprissa (3 a 1)".
"Nos cuidamos de los ataques rivales por las puntas con Hárold Wallace y Austin Berry, y de no perder el balón en el medio del campo. Aparte de ello, nuestra idea era atacar.
"Y lo conseguimos, ya que logramos varias opciones de gol, incluso un penal que desperdiciamos, y no le permitimos a Alajuelense llegar con contundencia, excepto en el gol".
El técnico defendió su planteamiento porque "una buena táctica es la que consigue resultados y hoy (ayer) lo obtuvimos".
Sobre el rival, Olguín dijo que el esquema de Manuel Keosseian no lo sorprendió. "Ellos llegaron a lo mismo del domingo anterior, solo que un poco más agresivos".
"Como lograron un gol tempranero, pedí a mis muchachos mantener el plan, seguir con la idea de desgastar a la Liga, sin importar el uno a cero".
Olguín --quien lamentó la violencia de ayer-- alabó que el equipo no variara de juego. "Seguimos con nuestra personalidad, y ellos (los manudos) fueron los que se desesperaron por lograr el 2 a 0".
El argentino --campeón del mundo en 1978-- defendió el juego de Alejandro Sequeira. "Es cierto que falló el penal y que no concretó opciones de gol, pero cumplió una función táctica muy importante, gracias a la cual ahora celebramos".