Detrás de Clonaid, la empresa de clonación humana que ha declarado sin presentar prueba alguna haber logrado al menos dos clonaciones de bebés humanos, está una secta que justifica y promueve esos actos.
Se trata del movimiento raeliano, una secta científico religiosa, con sede en Québec, Canadá. Ellos profesan que los humanos fueron creados genéticamente por seres extraterrestres a partir de su ADN, hace unos 25.000 años.
Estos extraterrestres no son dioses, dicen los raelianos. Son seres más avanzados que nos crearon como parte de su conquista de otros planetas.
Durante milenios, dice la filosofía raeliana, los seres humanos no tuvieron el conocimiento científico para comprender a sus creadores.
Por ello los confundieron con dioses. Alegan que parte de la confusión está en las traducciones de los escritos religiosos, pues los extraterrestres son llamados elohim , palabra en hebreo que se utiliza para nombrar a dios, pero que también podría traducirse como "los que vinieron del cielo".
Según los raelianos, ahora el ser humano ya puede comprender su origen, por ello estos seres extraterrestres están listos para volver a la Tierra en el año 2025.
Canales de difusión
Este movimiento tiene la misión de difundir el mensaje de los extraterrestres y construir una embajada para ellos (no quieren venir como invasores, sino en "estatus de visitantes amigos").
Probablemente usted sienta que esto se parece más a un capítulo de los Expedientes secretos X , que a una realidad. Por ello, para el mundo científico y político resulta un poco difícil discutir con los raelianos las implicaciones éticas y morales de realizar una clonación humana.
Este grupo no acata los acuerdos internacionales, como el de la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos del Hombre de la Unesco (1997), donde se acordó que la clonación humana violaba esos derechos fundamentales del hombre.
Nace una secta
Todo lo de los raeilianos empezó la mañana del 13 de diciembre de 1973. Ese día, el periodista deportivo Claude Vorilhon iba de camino a su trabajo, pero por un impulso decidió trasladarse al cráter de un viejo volcán en Francia.
Allí dice haber sido contactado por un visitante de otro planeta, que le pidió que construyera una embajada para acoger a estos hombres de vuelta a la tierra,Así lo narra Vorilhon en su libro El mensaje dado por los extraterrestres.
"El extraterrestre, medía alrededor de un metro veinte, tenía un largo pelo negro, ojos ligeramente estirados y una piel de apariencia de tinte oliva, desprendía armonía y humor. Y dijo: ëNosotros somos los que han creado la vida en la tierra, nos habéis tomado por dioses. Estamos en el origen de vuestras principales religiones. Ahora que estáis suficientemente avanzados para comprender esto, deseamos establecer un contacto oficial por medio de una embajada", anota la historia raeliana.
En ese mismo encuentro, Vorilhon recibió el nombre de Raël. Dos años después, en 1975, Vorilhon alega haber sido visitado nuevamente por los extraterrestres. Mas en esa ocasión, lo llevaron al planeta donde ellos viven.
Fue en la década de los años setenta que este amante de los autos de carrera creó el movimiento raeliano. En aquel momento, el grupo tuvo que dejar Francia, donde fue tachado de secta.
Entonces, adoptó a Canadá donde las leyes para estos grupos son más flexibles. como su guarida,
Además de alegar la creación extraterrestre de la Tierra, el grupo promueve la libertad sexual. Practican lo que llaman "meditación sensual", que según la descripción de un periodista canadiense no es más que una inmensa orgía.
Quienes pertenecen al movimiento entregan grandes cantidades de dinero al mismo, con el que los placeres de Vorilhon han sido satisfechos.
Los raelianos aseguran que tienen 55.000 seguidores en 89 países. En Costa Rica no existe una sede del movimiento, pero Panamá y Colombia sí se encuentran en la lista de sedes de los raelianos.
¿Por qué un clon?
En 1997, el mismo año en que se clonó a la oveja Dolly, Vorhilon manifestó sus planes de clonar a un ser humano. Para ello, fundó la empresa Clonaid, dirigida por la bioquímica Brigitte Boisselier.
Raël ha dicho que el objetivo a largo plazo de la clonación humana es la vida eterna. Cuando muere el cuerpo, con él muere el alma, explica.
Sostiene que la clonación de un bebé es sólo el primer paso; eventualmente, el grupo quiere aprender a clonar un adulto, y luego "transferir el cerebro al clon". Alegan que eso fue lo que los extraterrestres hicieron para lograr la resurrección de Jesús.
Más allá de la vida eterna, la otra meta de la clonación es poder demostrar que ya el ser humano tiene el conocimiento científico de sus creadores.
En torno a todo esto solo hay escepticismo. Sobre todo alrededor de los anuncios de clonaciones humanas por parte de Clonaid. Trece días después del anuncio del nacimiento de la bebé Eva, y aún no hay pruebas de la clonación. Mientras, la sensación de que esto puede ser un truco publicitario crece.