(Segunda parte)
Pavones (Golfito). Cuando fue arrestado en México hace diez años, el narcotraficante estadounidense Daniel J. Fowlie dejó en esta tierra sureña costarricense una sombra de conflictos y disputas que hasta hoy se alimenta a punta de sangre.
En el último incidente producto de estas pugnas por tierras -ocurrido el 13 de noviembre pasado, en Pilón de Pavones- perdieron la vida el campesino costarricense Alvaro Aguilar y el estadounidense Max Dalton, quienes se enfrentaron a balazos por la ocupación de un terreno.
Amigo y socio de Robert Lee Vesco y Rafael Caro Quintero -prófugos que se refugiaron en Costa Rica-, Fowlie se benefició con permisos de uso de casi toda la zona marítimo-terrestre en Pavones, otorgados por la Municipalidad de Golfito entre 1974 y 1984. Esos terrenos colindaban con extensas propiedades que tenía inscritas en el Registro Público.
Luego de su arresto y extradición a una cárcel en California, Estados Unidos -donde aún continúa-, sus tierras se convirtieron en el centro de una disputa entre "precaristas" y extranjeros que se presentaron como los nuevos "dueños" de los permisos y las fincas.
Transcurrió una década marcada por enfrentamientos a bala y machete entre ambos bandos, hasta que Fowlie reapareció en escena, en junio del año pasado.
En una carta de cuatro páginas, dirigida a las oficinas municipales de Golfito, el narcotraficante advirtió que volvería al país en un año. "Agresivamente instauraré acciones legales contra todos los que estén envueltos en estas ventas y traspasos ilegales y sin autorización."
Fowlie sostiene que, durante los últimos diez años, desde la prisión, empleó a diferentes abogados, contadores, administradores y supuestos amigos para que le ayudaran a mantener sus propiedades y arrendamientos en Costa Rica, pero que todos lo estafaron.
Y es que Danny, como le llaman los precaristas en Pavones, todavía es considerado por ellos como el único dueño de las fincas. "Yo me voy de aquí el día que Danny venga y me saque, no estos gringos que se presentan como dueños y no lo son", manifestó José Angel Figueroa, presidente del Sindicato "Víctor Hugo Vargas Villalobos" (campesino que fue asesinado en 1991).
El conflicto en la zona se ha agudizado por la falta de controles en el otorgamiento de permisos de uso.
"Abusaron de mi confianza"
En su carta, Daniel Fowlie sostiene que entregó miles de dólares a varias personas para que defendieran sus derechos sobre las propiedades en Pavones de Golfito. "He sido estafado por todos ellos, todos abusaron de mi confianza y han cometido varias formas de fraude vendiendo o traspasando títulos de mis propiedades, arrendamientos -permisos- y maquinaria."
"Yo no le he dado permiso a nadie para que venda, traspase o cambie los derechos de mis propiedades", advierte el sentenciado, de 63 años de edad.
Según el estadounidense, han falsificado su firma en permisos, certificaciones de venta, contratos y cartas. Afirma que incluso cartas de poder limitadas fueron transformadas en poderes generales.
"Yo no sé cuánta de la correspondencia que he enviado les ha llegado pues la mayoría de los portadores eventualmente me estafaron. Lamento no haber comprado un facsimile para sus oficinas municipales hace años", comentó.
Entre los supuestos estafadores, Fowlie citó a su antiguo colaborador, el estadounidense Alan Richard Nelson, a quien no fue posible localizar en la zona para pedir su reacción.
Según el estadounidense, entre 1981 y 1982, Rochester Holdings S.A., una sociedad panameña de la cual dice ser presidente, tomó control de todas sus propiedades. Advierte que solo él tenía facultades para disponer de los terrenos y que nunca autorizó a nadie para que lo hiciera.
La Nación revisó los listados de la Municipalidad de Golfito de los permisos sobre la zona marítimo-terrestre en la zona y no encontró ninguno a nombre de esa firma. Unicamente permanecen cinco beneficios, ubicados en Pavones centro, a título personal de Fowlie.
El narcotraficante, que pidió a la Municipalidad no aceptar ninguno de los traspasos supuestamente irregulares, sostiene que durante su estancia en Costa Rica construyó y donó escuelas, iglesias, caminos, puentes, tierra, aeropuertos y "muchas otras cosas".
Jimmy Cubillo, ejecutivo municipal de Golfito, manifestó que probablemente en enero tomará una decisión sobre el destino de esos terrenos. "Tengo que pensarlo y estudiarlo muy bien para no cometer ninguna injusticia", aseveró.
Con respecto a Fowlie, recalcó que sus bienes fueron adquiridos con dinero proveniente del narcotráfico, por lo cual sería muy difícil que los recupere como pretende.
Fowlie ingresó a una prisión mexicana en 1987 y se le tenía como fugitivo de los Estados Unidos desde 20 años atrás, luego de que agentes antinarcóticos irrumpieron en un rancho suyo valorado en $6 millones, en South Laguna, California.
Lorenz Pogue, uno de los estadounidenses involucrados con el cartel de Cali -que guarda prisión en Miami- administraba en Costa Rica los bienes de Fowlie y de Robert Vesco. El 30 de diciembre de 1987, en una de las fincas de Fowlie en Pavones, Pogue atacó a balazos a dos precaristas y fue condenado a dos años de prisión.
Otro antiguo colaborador de Fowlie, Robert Pellegrom, confesó a las autoridades estadounidenses que Fowlie no solo trasegaba grandes cantidades de cocaína desde Costa Rica y México, sino que también mantenía contactos con Caro Quintero y su gente desde 1981, cuatro años antes de que el capo mexicano se escondiera en nuestro país.