PROFESORA BOHEMIA. Así es llamada Katherine Watson, profesora de historia del arte en la universidad de Wellesley, en Nueva Inglaterra, EE.UU., cuando se atreve a cuestionar el sistema patriarcal de enseñanza que ahí se mantiene.
Sucede en 1953 y lo vemos en la película La sonrisa de Mona Lisa (2004), dirigida por el inglés Mike Newell, más conocido por su filme Cuatro bodas y un funeral (1994), y quien actualmente está por comenzar a rodar Harry Potter y el cáliz del fuego.
La historia es simple, aunque el tema sea complejo. Estados Unidos vive el período de postguerra y las mujeres comienzan a ser reacomodadas tal y como se piensa en una sociedad conservadora: ellas deben estar listas para el matrimonio y para servirle al hombre, con rigor religioso.
Así lo dice la profesora de etiqueta de la citada universidad para mujeres: ?El premio mayor en una buena educación es el anillo de compromiso en el dedo de una joven?. Cuando llega Katherine Watson (aceptable actuación de Julia Roberts), se mete en una misión imposible: desde la historia del arte cambiar la visión de mundo de las muchachas.
Por supuesto, su primer reto es enseñar a sus alumnas a pensar por sí mismas: esto ya es suficientemente subversivo. Claro que tendrá el rechazo inicial de las jóvenes sabelotodo, quienes la humillan al primer momento. Lo que Katherine entiende, de inmediato, es que ella también tiene una lección que aprender.
La sonrisa de Mona Lisa exhibe, a partir de aquí, los primeros pasos de una emancipación femenina todavía trastabillante, que se abre paso poco a poco, con la lentitud de un juguete mecánico, pero con la sabiduría propia del magisterio profesional.
Muchos críticos dicen que esta es la versión femenina de La sociedad de los poetas muertos (1989, de Peter Weir). La comparación es obvia, pero no hay que olvidar la presencia de muchos otros buenos títulos con esta temática, donde los educadores vienen a ser cismáticos en la conducta tradicional de los educandos.
Esta vez aparece la sonrisa de Mona Lisa, la famosa Gioconda pintada por Leonardo da Vinci, como metáfora y pregunta: ¿era esa sonrisa un gesto de felicidad o un simple acto de acomodo? Es cierto que, algunas veces, el filme peca por rutinario en su propuesta, pero no hay que negarle habilidad para plantear sus ideas, con el respaldo ?sin duda? de un buen diseño de personajes.
Con Julia Roberts alternan bien jóvenes actrices, entre estas: Kirsten Dunst, Julia Stiles, Maggie Gyllenhall y Connie Baker. Por su parte, el director Mike Newell muestra una actitud enérgica ante el tema, que ofrece con guantes de seda y con apuntalada recreación de época.
Cómo, cuándo, dónde...:
La sonrisa de Mona Lisa se exhibe en Circuito de Cines Magaly, Cinépolis y Cinemark.
Entrada: De ¢1.000 a ¢1.500, según la sala. Precio especial en las tardes y para pensionados.
Horario: Funciones regulares.
Inicio: Mañana, viernes.