La vida de Compay

"Estoy realmente satisfecho por las sorpresas y oportunidades que me ha dado el destino. El mundo del arte es muy misterioso, te esfuerzas, trabajas y trabajas y al final eres recompensado", dijo el afamado músico cubano a la agencia oficial cubana Prensa Latina.

"He podido tocar con mis manos grandes sueños e incluso viví momentos que ni siquiera me atreví a imaginar; sin embargo, quiero que mi gloria sirva a otras personas", destacó el autor del Chan Chan.

"En días pasados subastaron uno de mis sombreros en más de $17.000 (¢5.780.000) y alguien me preguntó qué iba a hacer con esa suma, sin vacilar le respondí: los niños lo necesitan más", subrayó.

¡Firme!

Compay Segundo señaló que en la "difícil profesión" de músico, "la perseverancia es fundamental".

"Después de un inicio agitado, estuve años en silencio, sin embargo cuando menos lo esperaba (a finales del siglo XX) volví a la palestra publica junto al Buena Vista Social Club y ya me conocen en casi todos los países, incluso en algunos tan distantes como Japón", sentenció el nonagenario músico.

El sonero cubano señaló que el secreto de su longevidad es el cuidado de su salud.

"Yo me cuido todo el tiempo, esa es la verdad. Pienso siempre en mi salud y en cómo vivir más y mejor. Trato de no excederme en nada, pues todo en demasía hace daño, incluso el amor", dijo.

"Como con moderación y la bebida casi la olvidé. El cuerpo humano es como un automóvil, hay que tratarlo con cariño y protegerlo y aunque algunos se asombren todavía tengo muchos sueños que quizá pueda realizar si la suerte sigue de mi lado", sentenció.

Admitió que el romance que tuvo con "Macusa" en su juventud fue uno de los más conocidos y se hizo tan popular "como la canción que dediqué a esa pasión de adolescente".

Sin embargo, dijo: "en realidad tuve otras musas que me hicieron viajar de aquí para allá y conocer todos los pueblos que menciono en Chan Chan (una de sus mas famosas composiciones) y, en estos momentos, mis hijos y amigos son dos de mis grandes amores".

"Procuro servir a todos y quiero a quien me quiera, tengo una pareja más joven que yo, pues aunque algunos ingenuos no lo crean, el arroyito del amor no se ha secado aún y yo sé muy bien lo que hago", agregó el músico cubano, habitual fumador de puros.

Tabacalero y músico

"Adoro el tabaco cubano no solo por ser el mejor del mundo sino porque durante años los torcí con mis manos. Era muy difícil vivir de la música en aquellas primeras décadas de la pasada centuria", relató Compay Segundo.

"Así es que tuve que compartir mi tiempo entre la chaveta y las presentaciones en cumpleaños y fiestas de pueblo. Fumo desde pequeño y aquí estoy, llegando al siglo. Mi herencia me favorece porque mi abuela vivió 106 años y, si todo sigue como hasta ahora, voy a pedir prórroga cuando llegue allá", recalcó.