Washington. AFP Algunas abejas gustan de la aventura mientras que otras prefieren quedarse en la colmena, y un nuevo análisis de sus cerebros sugiere que son los mismos químicos que afectan al cerebro humano los que podrían explicar el porqué de esto.
Las abejas son conocidas por tener una sociedad estructurada con distintas funciones para cada grupo, algunas trabajan como enfermeras, otras buscan comida.
Pero entre estas funciones, se ha descubierto que las abejas tienen también personalidades diferentes.
Un reporte publicado en la revista Science examinó la diferencia entre las que son exploradoras y buscan comida y las que no.
“Existe una regla de oro para la investigación sobre la personalidad que dice que si uno muestra la misma tendencia en diferentes contextos, eso puede ser llamado un rasgo de personalidad”, afirma el autor Gene Robinson, profesor de entomología y neurociencia de la Universidad de Illinois.
Los investigadores diferenciaron dos grupos de abejas mediante la instalación de puestos con comida nueva con aromas y colores únicos, que cambiaban todos los días del experimento.
Fue así como observaron a cuáles abejas les gustaba experimentar nuevos sabores y cuáles de ellas preferían quedarse con los más conocidos.
Cuando examinaron los cerebros de las abejas “aventureras”, encontraron diferencias en la expresión genética relacionadas con la misma cadena molecular que regula la búsqueda de novedades en mamíferos y humanos.
Estos químicos del cerebro se llaman la catecolamina, el glutamate y el ácido gamma aminobutírico y son conocidos por influir en el nivel de recompensa que la persona siente al buscar nuevas experiencias.
“Nuestros resultados nos dicen que la búsqueda de novedades en los humanos y otros vertebrados tiene paralelismos con los insectos. Se pueden notar las mismas diferencias de comportamiento y las mismas bases moleculares”, dijo.
La Fundación Nacional de la Ciencia de EE. UU. y los Institutos Nacionales de la Salud financiaron el estudio.